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miércoles, 22 de enero de 2014

Poniéndonos erectos



Ensalados,
sisados sesgados,
silbando las arias de nuestras somatizaciones

Sodomizados silencios sin salero
Sarcasmos salteados
entre suculentos sexos solapados,
saliéndose del cuarto oscuro
de su ensaladera

¡Sílbalo!
¡Sílbale!
¡Sílbala!

... Que el aliño de la vida
son siempre erecciones

Sin sumas,
sin sudarios,
sin estoras ni rosarios

Solamente
erectos eregidos,
salidos suspendidos
de suspiros constreñidos

Sabiendo que sudamos,
que sufrimos,
que soñamos,
que olvidamos

Sinsentidos solidarios
Sensaciones de la deconstrucción social
por estar tremendamente empalmados,
por lo prosocial,
por el caliente-caliente visceral

Globalizados
follándonos al desvalido,
mientras lloramos al compungido
por sus impotencias

Eucaristía del don
de nuestras organizaciones sin prisas,
de nuestros estados de erección,
y de nuestra tranquila condición
por nuestros sin respuesta