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lunes, 30 de enero de 2012

Un día gris tirando a negro


Nubes
y más nubes,
sin rimas ni ostias
Pura herejía nubarril de cojones
El meganubarrón del copón bendito
que llega y se caga en todos nosotros,
sin silencios torticeros de esos
Eso que dicen  que es la puta reina de las tormentas,
pues bien,
en medio de todo esto
me encuentro yo,
nos encontramos todos,
y cuando digo en medio
no me refiero al ojo del huracán
con esa calma chicha de banquero retirado
Estoy hablando del granizo, rayos, truenos y viento huracanado de los Kortatu,
Me refiero a la mierda removida por esa asamblea de majaras millonarios comemundos
que nos tienen cogidos por los huevos
A esos bancos que rescatamos y se quedan con la pasta
para pagar las millonario-jubilaciones de sus directivos
A las compañías saneadas con dinero público
que al día siguiente bajan la persiana
A los personajillos de la nobleza
que se ríen de nuestras miserias
A los políticos por vocación de servicio
que ya no engañan a nadie,
porque son unos piratas,
helmíntidos de culo de los que no tienen para pan
A todo ese supramundo que mueve los hilos
"para hacer un mundo mejor"

¿Un mundo mejor...?
¿... para quién?


Yo sólo veo en un mundo cárcel,
un mundo globalizado,
una censura globalizada,
una miseria globalizada,
la Globalización,
la puta brasileñización de occidente,
la nueva colonización planetaria,

Zeitgeist!
Zeitgeist!


pero siguen cayendo chuzos de punta
y yo sin paraguas,
y a capela,
dentro de este comecocos trucado
con este postmodernismo que cauteriza voluntades
Carente de espíritus críticos,
pero críticos y punto
No critico-relativistas-infinitesimales
porque una cosa es pensar sobre el estado de las cosas
y otra regocijarse como una piara de cerdos en critico-barro- infinitesimal
esperando su San Martín

¡Despierta!
me dice mi corazón

¡Compra!
Me dice mi cerebro socializado, enculturizado, naturalizado,...
(pero ahora, esto último lo tacho)
 

¡Dispara!
me dice el ministro, mi caporal, mi hígado
,...
(esto también lo tacho, ahora que he aprendido a tachar)

¡Come y calla!
Me dice mi madre, mi jefe, la vecina del tercero...

¡Hoy es un día gris!
Me dice mi amada cuando se lo leo

¡Tirando a negro!

Pienso yo con desespero

Un abrazo
Un beso
Nos cortan la luz
Nos acostamos embargados
Morimos de inanición
Enterrados en una fosa común
hasta que cese la tormenta
como hace
casi 
todo
el mundo

en el planeta
globalizado.








sábado, 28 de enero de 2012

Ojos de gato


Cálido
dormitar
dominguero
Abro los ojos
y veo
como se desmoronan mis manos sobre la mesa,
dedo a dedo,
grano a grano
Se deshacen como un terrón de azúcar bajo la lluvia
Quedo paralizado
pero no me asusto,
mientras una tensión me agarrota la nuca
y un tenso hormigueo me recorre el cuerpo
Sigo mirando,
perplejo,
con una condescendiente catatonía
y una incredulidad torpe de cristiano no practicante,
cuando se me caen los ojos de las órbitas
rebotando contra la mesa
hasta llegar al suelo,
rodando y rodando
mientras todo me da vueltas
Uno de mis ojos
se detiene observando el techo,
viéndome a mi mismo
deshacerme sobre mi asiento
El otro,
mi ojo vago,
ha quedado trabado por una pata de la mesa,
manteniendo un ángulo paralelo al suelo,
contempla como colapsan los despojos de mis piernas
entre las patas de la silla
Cómo se deshacen mis rodillas,
sobre lo que queda de los pies
y ese montón de escombros y polvo
que ya no se sabe lo que es
Sigo oyendo mi voz,
me oigo a lo lejos
allá arriba,
en un espacio etéreo
entre la silla y la mesa,
pero no me veo,
no me siento,
soy polvo de mesa,
polvo de suelo,
polvo de aire.
Segundos de confusión
y una extraña sensación de gusano
empalado por un niño con una caja de cerillas,
cuando un dulce maullido me retorna a mi mismo,
a lo que aun creo seguir siendo
Es el maullido de Don Gato,
mi gato persa de nariz chata
pelo largo azulado
y ojos rojos,
Lo llamo
pero no me ve
Se acerca elegante
con un grácil acompasar de patas,
la cola estirada como un plumero,
y esa mirada juguetona y traviesa
preludio de planes perversos,
cuando empieza a arañar el polvo
y a rebuscar entre mis restos,
ronronea con circulares gestos,
se agacha
y mea,
quieto,
muy quieto
Una cálida caricia fluye por mi cara,
por mi pecho,
por todo mi arrastrado cuerpo,
cuando el educado minino
rasca para cubrir sus desechos
Lo riño,
y escucha,
estirando las orejas hacia delante
pero sigo invisible para esos ojos tiernos,
esos bigotes
y ese lindo pelaje
Con una agudeza felina
descubre mi ojo izquierdo
Agazapándose con sus patas traseras
se lanza contra mis restos
atrapando mi ojo entre sus dientes
y llevándoselo como trofeo,
Siento que este es el fin,
cuando lo coloca junto a otros objetos
Yo conozco esos otros ojos
ojos vidriosos de profundo iris negro,
son los ojos de Ana
mi amada
morena
ahora
arena
Grito
y vuelvo a gritar
pero ya no me oigo
somos sólo restos
solo arena
ojos
Cuna de gato persa
Nido de ojos secos
Triste final nos espera,
aunque pienso
que peor será
cuando el gatito
descubra mis huevos






(somos polvo y en arena de gato nos convertiremos)





martes, 24 de enero de 2012

Tempestades reticulares


Despertar
de aire licuado
con alma de mujer,
y ese opresivo palpitar en mis sienes
cual galopar de caballos desbocados
desatando tempestades,
relinchando y persiguiendo mis fantasmas confinados
entre las paredes de mi cuarteada dimensión
Carnaza codiciada por Tifón y sus deformes vástagos

Convulsiones epilépticas se suceden
a modo de retracción matricial de pensamiento inerte,
en un apilamiento cúbico compacto y desasosiego especulativo
que me ahogan,
tras un suspiro contenido de terror primigenio,
que me acompaña desde el día que se rompió el cosmos
al ver las cuencas de tus ojos vacías.

Ese día,
en el que mi vida dejo de discurrir
por esa temporalidad lineal que ordena mundos,
saltando entre multitud de planos “m”
y distorsionando mis ejes de simetría
hasta desembocar en una crisis de pánico intersticial,
que se ha hecho eterna

Inútil huida
que no me lleva a ninguna parte
porque estoy sólo,
ahogado entre mis miedos,
como un canto rodado por las olas,
una noche sin Luna,
en el fondo,
acompasando un itinerante chocar de piedras
y un salpicar mudo,
que no suenan a otra cosa
que a los lamentos
de mi dolor

Un mar de desconsuelo
y ese insoportable vacío que no me deja,
que me ahoga
Un vacío de tuétano sorbido por un viejo sin dientes
en el hospicio de los desahuciados de mente
Desnudo,
sin verbo,
ante las puertas del Hades,
mientras mis sueños se me escapan entre los dedos,
como estornudos irreprimibles de secretos
diseminados entre el gentío
Juro que me esfuerzo,
lucho con todas mis fuerzas por retenerlos dentro,
tapándome con las manos la nariz y la boca,
pero no hay forma
Se me escapan todos
Uno tras otro
salen de entre los barrotes de mi jaula
y desespero,
impotente por no poder gritar
¡Son míos!

Intento recordarlos,
recordarme en ese tiempo en el que creía tener vida,
pero no me encuentro
mientras me siento piedra de río
con el alma perdida,
violentada por unos Titanes cruentos y ciegos
mientras el viento del este me trae
aromas de prados de amapolas resinosas
que me embriagan con su aroma a opio fresco
y acariciado por la suave brisa de Céfiro en mi cara
me dejo caer
hasta encontrarme ante los ojos de Orfeo
que me habla
pero no le entiendo
Cierro los ojos
Duermo






domingo, 22 de enero de 2012

Ratoncitos telúricos

Hoy me han visto
y me han hablado
ellos,
mis amiguitos
gráciles y peludos,
los únicos visitantes
de mi soledad
La soledad de mis voces,
esas que me llaman por mi nombre
y me dicen que no valgo,
que me mate,
hasta hacerme llorar,
encerrarme en mi mundo
y hacer que ellos me lleven,
los policias,
que me aten en el inframundo
y me quemen por toda la eternidad
Pero ellos son mis amiguitos
los siete ratoncitos telúricos
de ojos rojos saltones,
culones y sin cola,
mis amiguitos
los que nunca me abandonan.


sábado, 21 de enero de 2012

La mercantilización del arte


Marchantes pendencieros de capital aletargado
Odisea de idealismo en un mundo controlado
Despreciado pincel cubista, amante obcecado
Insigne tuberculoso, siempre enamorado
Grandes odas tras su muerte y dinero fácil no pagado
Letargo de una obra maestra por un miserable despertado
Insigne lucha de años por algo desde un principio sentenciado
Antiguos mitos retornan, sucumbiendo ante el adinerado
Negocios, fama y desprecio esto es lo que el pobre hombre ha encontrado
Ilusos de todo el mundo el arte esta manipulado

(Para Bigmouth y para mi padre, por su amor a la esencia de los trazos)





jueves, 19 de enero de 2012

Globalizado delirio

Un globo,
dos globos,
tres globos

Globalizado, alicato mis dientes
con cemento cola y esparto
entre espasmos de vomitivo delirio,
de un mordisco me arranco el escroto

Jadeantes placeres someros
Sadismo en un mundo converso,
cantando antiguas hazañas,
fábulas, historias y cuentos

Asalariados trabajos estables,
pleno empleo
y autorrealización picasiana
Dulces tiempos de jotas,
amargas nostalgias lejanas

Modernismo de odiada añoranza
Identidades licuadas a cuenta
Sueños silentes sin sangre
Neocapitalismo sangrante saliente

Gritos sin sombra aparecen
y antiguos fantasmas rebrotan
Silencios que marcan el tiempo
Sirenas que arrancan el alma

Flexibilidad y precariedad alienada,
por un hedonismo confuso
Convulso consumismo comienza
de cándida dependencia que mata

Sólo un susurro,
y se oye una antigua cantada:
¡A trabajar malditos!

Lágrimas en mis ojos,
boca sedienta de sangre,
lengua reseca de odio

y espuma de hiel amarga

Días oscuros se acercan,
días de muertes y rabia,
días en un mundo nuevo
Profecias de antiguos mayas

Un muerto,
dos muertos,
tres muertos



lunes, 16 de enero de 2012

Velado deseo


Velado deseo de verte dormida
con solo una sábana de trémula brisa
suaves dobleces que acogen amores
y calidos besos de cinco sabores



jueves, 12 de enero de 2012

Sueños de una iguana rosa



Brisa,
viento,
soplido silbado en trémulo siseo penetrante
por la hoja de un ventanal mal cerrado
Inspiro,
y me pierdo
en vendavales de partículas de feldespato y cuarzo rosa,
arañando una noche estrellada,
atemperados por amores olvidados de iguanas marinas
de ásperos cuerpos escamosos
y desafiante gesto
que restan impávidas los envites de las olas,
asidas a mi espalda con sus garras
y palmípedos dedos,
mirando por encima de mi hombro
el acantilado de mi poblado pecho,
mientras sueño,
acariciado por sus sinuosas colas,
en ser trozo de roca degradada por los elementos,
consumiendo mi arrastrada existencia
y erosionándome hasta los huesos,
para ser arena de de río,
abandonando mi desmembrado cuerpo
en caótico migrar
por rápidos y cascadas
Sedimentando mi torturada alma
en meandros y barras,
y fundirme en las curvas de tus costas
junto a un grupo de estromatolitos despistados,
en una orgía de carbonato cálcico y oxígeno,
adoptando forma de taburete truncado
esperando que el abrazo cálido y sincero de las olas

me arranque la pena cementada
por esos pequeños seres sin ojos,
a los que sólo les debemos la vida
,

y deshacer mis adentros
en barro,
amasijos de cal
y soplos de 
dióxido de carbono liberado,
para ascender

hasta fundirme con la Luna de tus ojos
y hacernos piedra luna
en un mar iridiscente
de polillas y luciérnagas taciturnas
revoloteando sobre la cornuda cabeza
de una iguana rosa,
impávida,
orgullosa,
de ser hoy sueño
de este trozo de roca


(Para yguana rosa, inspiración versada para esta roca)



lunes, 9 de enero de 2012

Carne y alfileres

Triste pesar
de unas horas huecas
y ese pedunculoso saber estar
de quien ya nadie espera

Esmerilados pensamientos
carcomidos por risas ajenas,
cual fluir de un fuerte ácido
sobre una base débil,
y esa penosa procesión de orugas:
lamento,
nostalgia
y odio corrosivo,
apuntalando
unas ahogadas ganas de gritar
¡Me cago en tu puta madre!
si no fuese
por esa piedra incrustada
entre la faringe y el orgullo,
como un tormento resecado
de arenas decantadas
sobre unos ojos
que ya no lloran

Recuerdos
que no me quitan la sed
de emocionarme
pensando
que te voy a volver a ver

Entrañas deshidratadas
de un caracol sin caracola,
y un triste palmeteo
de un bistec de carne
sobre el mostrador
de una mercería,
pidiendo una caja de alfileres
y un dedal
para disimular
el momento
de mortificarme
con tu recuerdo


miércoles, 4 de enero de 2012

Es costumbre pensar...

Pensar
es costumbre
Es costumbre el pensar que somos los dueños de algo,
dueños de nuestro coche,
de nuestro perro,

dueños de nuestro cuerpo
Piel recubriendo músculos sangrantes
El andamiaje de nuestros huesos,
cartílagos y tendones,
sostén de la corporalidad humana
Vísceras en movimiento de acompasada sinuosidad

Fluidos corporales canalizados y segregados por glándulas,
torrentes de hormonas,
chutes de neurotransmisores,
una vorágine de sustancias e impulsos eléctricos
que nos ordenan amar
odiar
soñar
pensar que somos dueños de nuestro tiempo,
que somos materia consciente
y en ocasiones
una recreación de Dios
Divina vanidad insolente,

efímera,
ingenua
Es costumbre
pensar
que somos dueños de nuestra alma,
dueños de nuestras palabras,
pensamientos,

deseos
Dueños de nuestros genes,

esos pequeños insolentes
que no vemos
pero sabemos de ellos,
perpetuándose hasta el fin de los tiempos
Es costumbre
pensar
que somos dueños de todo eso que
en ocasiones
cesa en tan sólo un segundo
Desconexión súbita de funciones básicas,
psicosis,
fibrilación ventricular,
y en ocasiones degeneración hasta la incompatibilidad sistémica,

diabetes,
cáncer,
Alzheimer
Indolentes y descuartizadores accidentes de tráfico
envueltos en amasijos de metal, gasolina y carne

muerte súbita
vacío
Es costumbre pensar

y no pensar
en la fragilidad humana
indolente y vespertina,
repentina,
anestesiados por nuestras costumbres
Pensamientos
anestesiados por pensar
y no pensar
Es costumbre
pensar