Estampas, diamantes y herrumbre

Votado corrupto: ¿Qué sería de nosotros sin las trolas...?

Enganchados,
cafeinados
al abrigo del a mí no me toca,
del a mí me tocó ayer,
o del a mí no me toca nadie…

Empachados de versos de soberbias,
recitales de domingo,
y sobredosis de espantos
 
Poeta ególatra: ¡calla de una vez, y olvida el arrebato!
 
Excluidos,
con el “La, la, la, la, lo, lunes”
sonando desde Radio escapulario,
suspirando
por lo sacro del abuso
 
Íncubo reverenciado: ¡pajarito, pajarito... rézale a la alegoría...!
 
Éxito sin precedentes
de un Superbogarde siniestro
acometiendo pasos de tango,
entre influjos de parábolas,
en compañía
de un androide comedido
que le pide más y más aceite
 
Androide tuneado: ¡formatéame en el credo del tumulto y hazme hombre!
 
Cruce de adjetivos
y una epístola ceñuda
intentando ocultar sus senos
de las admiraciones subidas de tono
en un domingo cualquiera,
por el excelso pastor
del galanteo y la ignominia
 
Mito ancestral: ¡dame pan y dime tonto!
 
Diamantes y herrumbre,
reza el epitafio de la estampa,
por la desgracia del olvido
y por los píos amos
herederos de lo obtuso
y de su divina conmoción

 

Los andamiajes de la acatisia

Lástima
de ese sesgo de confirmación que siempre nos confirma la regla,
y las hipótesis,
y los andamiajes de la acatisia

Sorpresa: demasiadas veces marchan los mejores...

Consternados por la herejía
de otro nombre emborronado en una lista,
por los surcos de sosiegos,
serpenteantes ahora,
mirando hacia lo clueco del abrigo

Tensas emociones
riendo soledades
a la sombra del destiempo

Riendo para no llorar,
siempre recios
crujiendo nuestras cruces
en el recreo de los caudillos

Voluntad: Contad conmigo para lo que sea

Sorpresa: ojo al dato... para lo que sea... yo también estaré allí...

Siempre es bueno converger,
pero más saciar la sed de la vendimia,
atragantándose
con el mosto del buen tino,
y atinando,
compartiendo algo macerado en el camino,
experiencias infusas,
singularidades casuales,
pero siempre,
siempre conteniendo el buen delirio
frente a lo huraño
de las demasiado frecuentes realidades

Para Cris, desde el panal de sus jaleas

Algo se perdió

Condensación
de imaginarios colectivos
reduciendo las alternativas
al blanco y negro

Paradoja: ¿a quién dedicas ahora tus poemas? 

Sarcasmo: al suburbio social al que nos abocan las corruptelas políticas que se alimentan de nuestros símbolos,... y al amor 

Paradoja: pues no he leído nada tuyo sobre el amor

Sarcasmo: quizás es porque soy un ciclador rápido...

Paradoja: eso no me importa, sabes que te quiero

Sarcasmo: lo ves,... pues yo ya no 

Algo se perdió por el camino,
algo
que quizás nunca se tuvo

Siniestros y defectos
por efectos mariposa

Sinapsis abisales
y chutes de auroras suburbiales

Dopamina de distracciones aprendidas,
y lo que nunca fuimos...

Sarcasmo: lo ves..., ahora creo que la quería...

Arte efímero

Ahora
que empieza a soplar el cierzo,
bríndame el entuerto de los desaires,
mas sin más,
sin las adulaciones mansas
ni el consuelo que raspa
ascendiendo por el gaznate,
por el desuso del saludo,
esforzándose en regurgitar el nuevo alago,
el implícito retorno,
el enigma del don

Arte efímero
como la vida misma...

Amore... te tengo que dejar... Trabajo

... como el amor