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miércoles, 27 de marzo de 2013

Trazos


Clamoroso oleaje de risas espontáneas,
colisionando
contra el pincel de una indefinida inspiración,

que siempre esbozó un sentir pulsátil,
un saborear
el febril recuerdo del delirio acompañado

Soliloquios
y filamentos de aire susurrando un nombre,
entre las metamorfoseadas nubes
que dibujaban el cobijo del recuerdo,
y del olvido

Cálida superposición de subjetividades emborronadas
y clarividencia de distancia atemporal

que toman forma sobre la urdimbre de una tela,
fundiéndose en el horizonte de unos ojos imaginados,

de unos ojos que aún no existen,
pero que me miran fijamente desde el lienzo,
fijamente,
escudriñando el deshojado interior 
de un boceto perfilado,
palpitantemente
inacabado 

Aire susurrado,
un nombre imaginado,
recuerdos,
un boceto,
trazos




(Comentario modificado en respuesta a: "Touch" en Parasitando)


martes, 26 de marzo de 2013

Antigénesis


Sabes que me deslumbras,
y no lo digo por el hecho del no nacer,
del retornar,
tras alcanzar el limite elástico del pluriverso,
al deshilachado deshacer de nuestras existencias,
vomitando digestiones,
enervando nuestros bolos fecales en nuestras desganas,
desbesando amores,
hasta implosionar en el conducto de una madre descolgada
o vaciada,
o perdida tras el abandono de su auspicio natural,
el que desgarra hipólitos maduros cada 25 de diciembre
Lo digo porque tus rayos me siegan,
espolean mis sinapsis sin sus ábsides,
desvencijando
mis reiterados intentos por escapar del presente,
de un presente que
dice tan poco de mi condición humana,
encaramada a los monólogos de mis zapatos,
con el logos desprovisto de la existencia,
y del amparo de Dios,
el que asesino la inocencia de los primogénitos,
el que ahogó los suspiros de un mundo,
condenando
el acostumbrado error humano al destierro,
para desaparecer
al fin,
del quebrar de la tortura y el miedo,
aposentando a su diestra
el casual sadomasoquismo de los justos,
y así,
contemplar juntos
el irónico Antigénesis
de su sátira






Comentario modificado en respuesta a "New Point Blank VIII" SuperBogarde




lunes, 25 de marzo de 2013

Ruin, ruin, pequeño ratolín


Hay ruin, ruin,
pequeño ratolín,
porque ratas no se encuentran
en las paradas de los mercados,
las procesan todos los días
en los manipulados telediarios

Hay ruin, ruin,
pequeño ratolín
La mugre subvencionada huele a moho de abandono,
y prostituye las farolas con ganas de adoquín

Hay ruin, ruin,
pequeño ratolín
El molde de tu cuenco
huele a hambre proletaria,
cercena voluntades
y alimenta la rabia




viernes, 22 de marzo de 2013

Yo ya lloví ayer



Yo ya lloví ayer,
aunque granizaba en los suburbios de las bibliotecas
Yo ya lloví ayer

Te derramas,
te espesas
y luego dices
¿Me besas?
Pero yo ya lloví ayer
Yo vi charcos
Ayer yo vi vivos

Ser sólo donante

no es tormenta
Tormenta es
extirpar el corazón de tu madre
y tirárselo a los perros,
a los rabiosos perros
de la perrería

Yo ya lloví ayer

pero seguirá lloviendo

Se seguirán anegando fosas

y escupiendo iras,
esas
que los finos llaman angustias



jueves, 21 de marzo de 2013

La cueva de mis sombras


Geométricas gemas decoran la cueva de mis sombras,
con los biselados hexágonos de cristalización paciente
que aplacaron las sensibilidades sesgadas que azuzaron mis complejos,
o lo que quedó de ellos
tras los viajes estáticos del recapitular,
del caminar por los senderos farragosos
del mal aprendido rumbo
que guio los pasos del hacer,
del hacer bien o mal  las cosas,
pero siempre como parecía que tocaba,
como toca en cada tiempo,
como toca en cada espacio,
durante el apaciguado germinar del metamorfismo de contacto
que trenzó el azar de mis tropiezos,
de mis ardiles asociales,
y de los sipiajos malabaristas
que dibujaban tirabuzones
entre las ramitas de los setos

Progresiones geométricas de moco filoso
con tensión superficial equilibrada,
que mantuvieron su forma,
que sostuvieron su masa,
frente a la gravedad del mundo,
frente a la fuerza centrípeta que quebraba sus vectores,
que los forzaba a babear su saliva abigarrada
desde el coseno de sus ángulos

Mucosa maltrecha de textura almidonada,
sin poder evitar caer al suelo,
una y otra vez,
con cada giro,
con cada intento sistémico por aferrarse a su rama,
con el riesgo de quebrar la certeza de su trama,
la que dio sentido al giro,
circundándose,
con una aceleración proporcional a esas normas comulgadas
que nunca fueron del todo asimiladas
por las sorpresas del descubrir





domingo, 10 de marzo de 2013

Con un clic, con un clac


Me resisto
a pasar página,

con la nostalgia de unos incunables escuetos,
caprichosos abrigos de polvo

y recuerdos evocados

Paginadas ilusiones de acetato sublimado
expuesto en el pausado tiento
que iluminó la tez de nuestros rostros

Argéntica química anudada
que acostumbró a vestir de seda la dopamina de nuestras sorpresas
porque,
cada fotograma impresionado,
cada segundo diafragmado,
anudó enjambres de fotones extraviados
en rosetones de espectros lumínicos alados
que esculpieron la belleza de nuestras sinergias,
que dibujaron el alba de nuestras argamasas
infundiendo la emoción latente de la espera,
el hiato sostenido
finalmente revelado
entre los 24 x 36 milímetros que lucieron nuestros marcos,
aguantando la respiración,
a la velocidad de la luz,
con un clic,
con un clac

Impresiona
descubrir su fijación en las retinas,
en nuestras midriáticas esferas desveladas
con fotones inyectados en sangre,
con algoritmos taciturnos de licántropos artistas,
de vampiros violinistas 
deslumbrados por un flash,
con un clic,
con un clac

Milésimas de segundo
fijando el anhelo de nuestros corazones candentes,
desnudando el deseo de nuestros suspiros latentes,
en aquellos caminos convergentes
que a veces,
derivaron en finales truncados,
que nos mostraron la gravedad de nuestros sueños, 
y el crepitar por aquellos otros senderos olvidados 
que nos salvaron,
que crearon las tangenciales trayectorias
que parieron las áreas de nuestras funciones,
y en definitiva,
que dejaron constancia de lo que fuimos,
de lo que dejamos de ser,
y de que estuvimos allí,
compartiendo,
con un clic,
con un clac

Rememorando el calibrar titubeado
del caminar acompasado
que moduló morfemas con nuestros fonemas,
que dio significado a nuestros insignificantes
y a nuestros significantes deglutidos
una y mil veces en clase,
cada día de nuestras calles,
con cada sorbernos los mocos
entre las arenas de nuestras colmenas,
entre las espinas del petirrojo curioso
que dando saltitos mueve sus alas
antes de devorar su gusano,
con un clic,
con un clac

Pulsaciones de luz
que acariciaron el pestañear de nuestros imprevistos,
acompasando el castañeteo mecanizado
de las cortinillas imbricadas entre nuestras puestas de largo,
entre nuestras sonrisas forzadas,
aun siendo felices,

frente a un objetivo de cristales de Torio montado en una vetusta Nikon F,
salvada de la umbría del fondo de un armario
de ser enterrada para siempre,
junto al pulsátil tiento que alimento sus estelas,
que hizo rodar sus engranajes trabados,
rebobinando ilusiones
con cada carrete,
con cada clic,
con cada clac