Te desconozco,
con tus carreras en las medias
y el pelo corto,
con ese ardid
de casuales inocentes,
de ensoñaciones posibles
y de amores plantónicos
Te desconozco,
con esa supuesta indiferencia
de flequillo independiente,
con un te sigo pero no consigo,
acompañada siempre,
contigo misma
y tu sigilo escrutador
Te desconozco,
con ese sonido grave
de risas
tensando hilos de araña,
con las graves polaridades
de dos polos iguales,
y las imposibles aproximaciones
de sus campos gravitacionales
repeliendo sus quebrantos,
sus abrazos,
repelidos y a la espera
de volver a encontrarse,
una vez más,
espalda con espalda