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domingo, 20 de abril de 2014

Impregnada tosferina de periféricos


Impregnada
con la pez
de las malditas mañanas tumorales,
que violan la confianza de la noche
entre la atormentada escarcha
de un viejo abrigo
sin botones,
con un USB en el bolsillo

Un resplandor
prendido
por los flecos que colgaban
desde la ventana de la templanza de bajura,
sobresaliendo
de entre cualquier cola del servicio de atención al cliente,
o de entre los despachos
de cualquier concesionario de coches,
precipitadamente traspasado

Condescendientes,
ofreciendo financiaciones de cuadrilátero,
desde el vestibulario monocorde
de las buenas maneras
de las buenas dependencias

Una normalizada polución
de ahorro energético bituminoso,
del reciclaje hipócrita polucionado,
desde la programada obsolescencia
de nuestras carracas,
con nuestros desprendidos salarios
solidarios
carentes
de actualizaciones

Un guion XP,
ex-pe-di-do y ca-du-ca-do,
por cualquier iluminado buen samaritano,
que se publicite salvando al mundo,
donando los CFCs suficientes
para que sirvan de espoleta
para seguir explotando el gota a gota del planeta,
desde un gotero de temple cientifista
e imposición profusa
que encandila

Llámalo:
Oligopolio semental,
científico tecnológico consentido
de la hipocresía

Ejecutar
un sistema operativo
frente al paredón de la obsolescencia convenida,
del exterminio sin canas ni codex
de millones de periféricos adscritos
al comienzo
de un final

Programas consecuentes
y taladrados sustentos de escusas baratas,
que definen el progreso de nuestras prisas
y de nuestros dirigidos deseos

Millones de desorientados PCs,
nuestros
pe-ce-ci-tos
desordenados,
sucumbiendo al hambre
de las futilidades

Hablan de actualidad,
de actualizaciones comerciales

Hablan de necesidad,
de explotaciones temporales,
pero todo suena a a eructo,
al eructo de las efervescencias de nuestras innecesarias utilidades,
con cada comienzo de un final,
respondiendo
al mismo acorde:

Explotación tecnológica,
hipocresía ecológica,
desarrollo insostenible
de dirigibles conveniencias
que decantan
hacia una naturalización
de la tosferina de nuestras
programadas necesidades:

con-su-mir

Palabra de Pingüino






sábado, 12 de abril de 2014

Sedienta mala forma


Batir de solapas de santón
cuando yo,
solamente
quería amar al mundo
y beberme la vida
como un mal trago

Sé que no me vas a creer,
pero te lo juro,
te juro que sólo salieron de mi boca
todos aquellos tábanos
guarecidos bajo las solapas
que solapaban el tumulto de las fuentes sin agua,
de los campos sin pozos,
sin acuíferos ni acuitardos,
de los ríos y de los torrentes
empedrados y sin peces,
secos,
y resecados por el Sol

Cuarteada chaqueta de mimbre reticulado,
mojada
por la marejada que se sincera con uno,
mientras se le tocan
suavemente,
las abiertas formas al querer,
mientras las nubes de dientes torcidos
muerden el polvo
con sus malditos cuencos vacíos,
desde los precipicios de los muestrarios de madera
que suplieron a los maniquíes sabios por su sinceridad

Solo juego,
solo quiero aprender a jugar
perdiéndome en el columpio que chirría,
... y que me multen
los extirpadores fascistas de infancias sin padres,
si es que miento

Aguantando
la tensión del péndulo
con una profunda mirada
que clama al vacío de las avestruces,
al de las deshojadas margaritas tristes,
que por no perder la cabeza
perdieron el último te quiero,
entre sus imbricados pétalos arañados,
una noche de infinitos soles,
y silbidos,
y transeúntes que silbaban
cascabeles de cazalla
y tequila barato

Hoy,
el vacío
sigue abrigando el cobijo de algo oscuro,
de una noche sin estrellas y sin fuentes,
y sin mandriles que se huelan el culo,
y luego,
afanosamente las manos,
untuosas de sus curiosidades,
porque ellos no saben de papeles,
ni de las buenas formas,
ni del estar sedientos y con el agua hasta el cuello,
porque ellos
siguen enamorados de las nubes,
y de los arbustos y de sus arquetipos,
y de los borrones de sus dedos
en sus cartas sin finales

Cada tarde,
en las que las hojas sin púas de sus ensaladas de mandril
les descubren un nuevo gusto,
que les salva de todo mal,
aplacándoles la sed,
y sus irremisibles ganas de volver a olerse el culo

Palabra de mandril



viernes, 11 de abril de 2014

Catatonía angular - II



Paralizado,
por una somnolencia autoinducida,
vacío de las esencias de un pasado

ahora extraño,
me fundo en el barro del hastío

con un bostezar sin halo

Indefinido,
mutando como organismo sésil y desgarbado,
enraizando las
esencias enquistadas

entre las cuatro paredes de este nicho ocupado
 

Anudar sarmientos de lamentos ojerosos,
ayuda algo,
pero no a sobrevivir al congojo,
ni al contagio del decidir por fin,
enterrarse vivo,
para no hipotecar el aplauso
ni la sonrisa fácil,
por un mero signo de condensación

Soñar
con una nostalgia carroñera,
sobre el anhelo

de generar unas tumorales alas transparentes,
y poder sobrevolar

el ondular cobrizo de tu cabello,
arrancando las farolas de los parques,

evitando su opacidad,
y el destello
de la puñetera casualidad,
de toparme con cualquier pedúnculo erigido,
entre tu brios y ondulares
y la presbicia mis cristalinos


Choni: ¡y tú...! ¡Empanao de la vida...! ¿Qué coño mirabas?
Manolo: Nada cariño..., el apolillar de las farolas... y tu sombra.





domingo, 6 de abril de 2014

Sarco y dosis de sacarina



Envilece
el día a día,
con el recordar dulcificado,
contemplando
el romper fundamentado
de la tensión superficial
de un último café cortado,
con el moreno culo
de una esbelta magdalena
de trescientos cincuenta y tres gramos,
y la sutil incomprensión
de una omnipresente sacarina 

 Sacarina: Si... si que es buena chica. Modosita y eso, pero:
                 ¿has visto que culo tan asimétrico tiene?
                 ¿ y los pechos...?
                 ... seguro que son operados
                
Salpicados tropezones
de procesos

Procesadas formas,
y las buenas maneras
de los buenos días,
de aquellas minifaldas de piernas largas
y las educadoras sociales
que amamantaban
el perímetro
de nuestros abandonos

Sacarina: Si... si que es buen chico. Simpático y eso, pero:
                 ¿Has visto la nariz que tiene?
                 ¿y las orejas...?
                 ¡Jo! el pobre es un poema...

Trecientos cincuenta y tres gramos de aprensión
y de presión sorda en el mediastino,
de estenosis de vías arteriales y venosas profundas,
por una enfermedad rara
que saluda
desde la maduración de sus entregas

Sorber infusionado
desde la esponjosa textura
de un precipicio matutino,
que sabe a hemoglobina coagulada,
que sabe a cafinitrina y a escalpelo 

Sacarina: Si... si que lleva muchos años en la empresa...
                 ... que estrabajador y tiene hijos y eso, pero:
                 Ahora, está muy enfermo y... ¡ha pedido baja!
                 y... ¡esto no es una ONG!

Herencia
de un pulmón izquierdo sin prisas,
implosionando
de forma inversamente proporcional
al amor sus abrazos

Dísnea,
y mareos
que salvaban descosidos sociales

Voluntades dormidas
en una realidad disidente,
que disiente
de la cotidianeidad
de todos los detergentes sociales,
de todos esos procesos paralelos
que siguen discurriendo,
sinuosos,
por los meandros abandonados
de un mal síntoma









jueves, 3 de abril de 2014

Angelitos y alacranes muertos


En el jardín del que les den,
los senderos de la constancia 
se tornan sufridos y eternos
 

Como cuando,
un alacrán desesperado,
atrapado
e inmovilizado,
es descoyuntado,
crujiendo
y retorciéndose de dolor
en el caldero de los sustos,
mientras,
un gamberro angelical,
masca

su bola chicle
con la boca abierta,
a la vez que se folla a las vírgenes de la soberbia,
gritado vítores por Sabrina
y por la justicia de los bustos

Extasiarse
ahora ya,
con la imagen de la Anunciación
le sabe a poco,
mientras sigue moviendo sus alitas
y sigue reventando globos,
y cabezas,
y los sudarios
que sostienen madres,
en el que será
otro de día perfecto
para un indulto