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viernes, 26 de septiembre de 2014

qui-te-se


Saludo grave de sinuosidad etérea,
discurriendo turbulento
hacia el tropiezo de un "lo siento"

Nos: ¿nos conocemos de algo?

Vos: disculpe, creo que se equivoca

Bruma por sorpresa
trotando anginosa,
aplastando sin permiso
el baluarte de un suspiro

Inspirar,
expirar,
y evocar
desde el doble-pensar,
la cizalla de un "te quise",
rotando especularmente,
hasta el abrazo de la tangente
que nos quiso eternos 

Nos (dicho para sí): ¿silbas tus tropiezos? ... Pues yo tampoco

(Fundido estroboscópico y picado cenital de marco monodimensional en tiempos y derivas..., hasta un olvido en negro)





viernes, 19 de septiembre de 2014

Punto en boca



Sigilo
y silencio,
desde el desfiladero de los mares,
desde la turgencia del aliento
de las sensaciones abismales,
por lo de los abismos,
por lo de cubrir  con simas los consuelos
con el punto en boca 

¿Te he dicho que me desmiembras? 

Hay alientos
que suenan a derramamientos,
igual que abrigos
que pese al calor del forro
seducen más que abrigan

Aun así,
te quiero,
te quiero emocionante desde la sombra de los mudos,
desde las llamas de un castigo,
... quizás por alguna coma,
... quizás por lo sacro,
o por lo de la broma...
quizás… 

¿Te he dicho que me gusta que me quemen?




domingo, 14 de septiembre de 2014

Mimo sin... mí



Sin limosnas,
con los pies descalzos
y contra el suelo de un gran centro comercial
 
Así termina el tumulto
de una gran bola de nieve
precipitada ladera abajo

Una reverberación
desde los atisbos de una germinal tesitura que,
quizás,
podía haber acabado de otra forma

Siempre quedará la duda
desde esa racional compostura
que intenta salvarnos los esquemas,
reforzando con explicaciones causales
todos los efectos,
algo
que pueda salvarnos de ser culpables de alguna cosa,
aunque ahora
eso importa muy poco

Ya no importa nada,
simplemente asentir
que estábamos tan cerca y al mismo tiempo tan lejos,
que cuando por fin nos encontramos
fue para decir adiós

Un mimo sin tacto,
y yo sin mí.
sin mo,
sin



(Dedicado a J.R.)



jueves, 11 de septiembre de 2014

Próxima parada...


Se habla de debacles
y de pozos sin fondo,
de dignidades parcelarias
y del oficio del colmo

... mientras,
alguien se mea encima de un borracho
para robarle la errática sombra,
pincelada
por estroboscópicas fluorescencias parpadeantes...

Próxima parada: "Astenia primaveral" 

... alerta una voz en off
por los pasillos masificados de un vagón del suburbano...

Fecundas prisas
entre las ansias de las alusiones,
las de los saludos banales
y las de una acostumbrada deshumanización

Vampiros de la anacronía
buscando las cambiantes sombras
de los rincones oscuros
de las catacumbas

Suelos pegajosos,
y condicionamientos comerciales,
entre hedores a sobaco
y vapores de litio

Transcripción ritual
de lastrada fotofobia,
que discurre paralela
al clamor del cristal líquido
de las penitencias

Imágenes led
y testigos rojos
que lucen los despojos de las presencias

Consumo y antojo
de dependencia tayloriana
abrigando
a lo sumo
una vida media
o  una parcelaria

Próxima parada: "Depresión postvacacional"

... alerta la voz en off
de los pasillos masificados de un vagón del suburbano...

... mientras,
alguien despega del suelo
los restos de un cadáver
desecado,
momificado,
roído hasta el tuétano de sus huesos,
en un rincón oscuro
de fluorescencias estacionales

En ese mismo momento,
en algún rincón de un parque,
la rama quebrada de un árbol
aplasta la virtuosidad de un jubilado
mientras consultaba la hora de sus precipicios

"... la alcaldesa no se presentará a la reelección. Una magnífica gestión, dejará el testigo de un superávit digno de inanición..."

... se evoca
con un repicar de hojalata
desde un viejo transistor desbaratado,
junto  a la mano de un jubilado aplastado
por las indecencias consumadas

"... los hay que no tendrán más paradas entre los despidos del tiempo..."

... murmura alguien
desde la distancia del exceso,
mientras recoge unas ramas rotas
de pura indignación







jueves, 4 de septiembre de 2014

Cuentos y oficios



He de cambiar de oficio
aunque hoy...

Hoy me ha gustado sentirme turbio,
con esos cruces de miradas
que lo cautivan a uno,
acechando,
mientras se le va buscando la frase exacta al asunto,
la que requiere ser pronunciada en el momento justo

Sumido
en esa especie de fase metaestable
en la que se paraliza el columpio,
al llegar a la cúspide del impulso,
antes de iniciar la caída

¿...Te lanzas... o no te lanzas?

pero
cuando entra en juego la gravedad del asunto
no hay posible alternativa que valga,
ya no hay vuelta atrás

¡Viva Dios!

Grita la limosna del titiritero

Impulso de coraje
mientras uno se queda como Dios,
frente a la alegoría de sus orgasmos,
entre las risas y las gracias,
de la musa del vestido fruncido
hasta el renglón de los ojales

... que me mira,
... que no me mira,
... que ahora mira hacia el espejo que sostiene entre las manos

Pintándose los labios de domingo,
esperando al galán del cuento,
el que te atraviesa con una mirada de ejecución

Galán: ¿y tú qué coño miras?

Tunante: el abrigo del éter arropando el clamor de Galatea, y el rubor de los imposibles labios de su aliento

Galán: ¡encima me vas a salir poeta!

Tunante: nada que no se oiga en los salmos de oficio... ni en las discosmecas cosmopolitas del cabildo... ¿no tendrás algo suelto?

Subrayo,
una hostia cincelada de puro gimnasio,
con rebote por simpatía de pura condensación,
de pura egolatría bucanera,
de traficante de capitalismo humano,
de pringao narcisista de teletienda,
acoquinando hasta el último euro
de la antológica indemnización

¡Viva Dios!

Grita la limosna del titiritero


 

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Vírgenes y elementos traza




Drácula
Siguió buscado vírgenes
bajo los hábitos cristalinos de las geodas,
más sólo halló diamantes de sangre
y óxido de alcobas

Es de suponer… que el alma pasó por allí,
por los elementos traza de sus huesitos de santo,
y las salpicaduras de éxtasis
en las diáfanas disoluciones de sus egos



martes, 2 de septiembre de 2014

Marcando el paso


Resonancia
de puentes desmoronados
descoyuntando sus anclajes,
a hierro vivo

Barrido de atropellos
y contenedores de asedio
flotando en la rivera

Marcando el paso,
por el desahogo
de un camino fácil
que nunca imaginamos
podría resultarnos tan difícil

Hubiese sido más fácil cruzarlo solos...
pero nos deshicimos con las comparaciones,
con las decantaciones gregarias,
que no nos dejaron pensar
ni en nuestros atropellos