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martes, 25 de agosto de 2015

Polvo de escobas



Son recuerdos
dices,
con el trajín
de un mal cuento

Infancias encofradas
con atracciones fatales,
con lo abrupto de un mal susto
por el desencuentro
con amigos invisibles,
por sus secuelas
y sus efectos secundarios

Dices
que viajaste al país de las maravillas,
para conocer al ratoncito Pérez,
al patito de la ducha,
y a una Cenicienta enamorada
entre polvos y atropellos

Dices
de una sorpresa tremebunda
porque el ratón se llamaba Mickey
y porque se lo montaba
en un viejo Mini Cooper
color verde esmeralda

El patito
estaba loco
y se llamaba Lucas
Hablaba de alguna fuerza,
y algunos lo llamaban Skywalker

La Cenicienta
emborrachada,
acariciaba sus calabazas,
turbada,
con fetor etílico, 
mientras,
entre aullidos y carcajadas,
montaba salvajemente
sobre una escoba impregnada
con ungüentos de solanáceas

Aturdidas pararealidades,
que siempre
dices,
superan la ficción


miércoles, 19 de agosto de 2015

¡Campeones!



Farolas
iluminando fuentes consagradas
entre esperpentos de campanas
marcando
las doce de la noche

Parece haber ganado el equipo local,
el de los himnos y los símbolos,
el de las emulsiones y las patrias,

Un coreado:

¡Campeones!

brama
entre poluciones y arias

La muchedumbre invade la plaza
Símbolos de anunciaciones
escalan las farolas,
derriban señales,
y carbonizan antorchas

Un brindis con bríos espumosos,
por todo gol de inaniciones,
por  el olvidar de las sanciones
y el bozal de sus mordazas

Una multitud coreando atinos
y atinando
entre delitos consentidos
por ser masa,
desfiles afines al partido preferente,
adulaciones golosas,
deseos y miedos,
abanderados,
bien nutridos,
como siempre,
por ser gente decente,
al abrigo popular,
sin más

Otra noche de escaparates rotos,
de cristales de tendero acallado

Prisas y risas,
lloros y cuentas,
ecos y carencias

Los incentivos del decoro
dicen que,
las rimas del anonimato
abrazan cómplices
hasta en las iglesias

Gracias
y vociferados alardes,
porque siguen siendo muchos,
arropados por el mito,
con su grito monocromo,
otro intenso y coreado:

¡Campeones! 


Polilla madre: te quiero, mi vida. Mi vida se quema entre los fotones de este abecedario de calor y frío, de cianótica emoción y sabor a sangre.

Polilla prematura: yo también te quiero mami... desde el churruscar de las bombillas de este merendero de pundonor y hambre, que sabe gloria.

Reza un periódico enrollado, zarandeado al aire, y finalmente lanzado contra una farola apolillada. Desparramado por el suelo, pisoteado y desmembrado entre el tumulto y el denso eco de su ego:

"Multado un mutilado (entre unos miles y unas decenas de miles de euros), por fotografiar el carruaje del sheriff aparcado en su reservado. Un reservado para tullidos perseguidos por defender el abrigo de sus tropiezos, por hacerse un selfi junto a la urbanidad agreste, y colgarla en las redes sociales, por compartir el golpe detestado por el olvido de sus carencias"





(Relato de ficción inspirado en "Judge Dredd" y los olvidos populares. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia)



jueves, 6 de agosto de 2015

Terciopelo verde - II


Desde lo denso de las salas
desesperas

Desprendidas identidades
hablando de infelices finales,
y de todo lo innecesario
para tomar un pulso

Negociados
entre todo lo legislando
con muecas y a lo loco

Olvidos populares dicen,
desde el orgullo monocromo
del asociacionismo de equipo,
como en los partidos de fútbol
bien pagados
para meter un gol

Mariposa, Adoquín y su quimera...
policromos
con sus ropajes ajados,
abrazados y ciegos,
colocados hasta las pestañas, 
sin calibre comedido alguno,
a chute fiero,
casi sin pulso,
blancos como el mármol céreo de añoranzas,
como el frío suelo de esperanzas

Ojos blancos,
escleróticas de conglomerados rojos
facies Buntsandstein,
piedrecitas densas
de zócalo empedrado
como algo simulando,
sucedáneo,
oxidado

Prometeos
cazando moscas,
pillando posturas imposibles
como las de a diez euros,
pero desde sus posibles,
unas pocas de a cinco,
siempre mal cortadas
con tientos vagos,
en envoltorios de papel de chicle,
de aluminio arrugado,
requemado,
con olor a menta
y tabaco rancio,
facsímiles
de clínex usados


Adoquín: ¡regálame un abrazo!
Mariposa: ¡eres épico!