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sábado, 31 de marzo de 2012

Precipitado enamorado


Solo,
aturdido por mis obsesiones enquistadas,
inspiro feromonas de amores y desahucios
bajo unas matizadas luces de sodio
que contornean el perímetro de mis manos

Perplejo,
contemplando la bruma que se cierne bajo mis zapatos,
sigo unos juegos de iridiscencias insolubles
que me atraen cual sirénidos cantos

Aguerrido
sobre el demacrado puente de los imposibles,
cierro los ojos
cautivo por un recuerdo desolado

Paralizado,
colisiono una humanidad precipitada
contra el agua de mis quebrantos
en un descenso de melancolía y llanto

Aturdido
entre las turbulencias de un delirio destemplado,
disperso apesadumbradamente el sin vivir
de ser un enamorado atormentado


Precipitado
en el continuo olear
del estar
y no estar
amartelado
a tu lado






martes, 27 de marzo de 2012

Oscuridad candente


Ciego,
contengo mi estigma silenciado,
vertebrado por la ausencia de tus luces zodiacales,
 ciego a las virtudes interoceptivas que rebosan tus lamentos,
porque ya no tengo corazón,
ni hígado,
ni estómago,
porque estoy hueco por dentro,
relleno de flujos piroclásticos candentes
que discurren turbulentos,
por el valle de tus sombras proyectadas
sobre las paredes de mis miedos,
porque tampoco albergo esperanza alguna
de volver a verte discurrir entre las piedras de mi lecho

Quebrado,
en una zona de cizalla que me rota a destiempo,
desgrano mis miserias trasnochadas
hasta hacer milonita de estos versos,
opacos,
de contenida furia alquitranada

Esta noche,
rebosante de las costumbres de los necios,
decanto mis nostalgias ya caducas
hasta hacerlas luz de llama,
con un brote de fuego de San Telmo
de azulada incandescencia,
de místico sosiego,
entre una oscuridad que exalta
la luminiscencia de este fuego,
candor fluido,
mi lamento




sábado, 24 de marzo de 2012

La Anunciación


 Las revelaciones de mi sincronía existencial,
subyugan la inmensidad de mis arquetipos inducidos,
y me encadenan a la tierra de las fábulas sagradas
Acoplada
cual simbionte condenado
a beber la sangre del cáliz consagrado de nuestros mitos
Coronada
con un vínculo de comunicación eterna entre mi psique y la nada,
contemplo
el advenimiento del Armagedón profetizado,
instaurado
entre los siete infiernos y los siete cielos,
que darán un nuevo nombre al mundo




Inspirado en "La Anunciación" de Luis Royo (1998)




miércoles, 21 de marzo de 2012

Margaritas extirpadas

Deliro en un mundo feliz
con una voz rota por la sal precipitada en tus pestañas
mientras escucho el típico eco de cajita de carne y hueso,
musicalizada por la sublimación de nuestros egos estandarizados,
hipotecados de los sueños compartidos que se deshacen en nuestras manos,
deslumbrados por ver tanta farola rota
de tanto toser besos de desengaño

Recuerdo aquel domingo en el interior del árbol hueco,
allá, en el cementerio de nuestros descuidos,
mientras gozábamos de unos envites desahuciados,
restregados sobre aquellos nombres de enamorados decapitados,
grabados en unas pesadas lápidas de mármol de Carrara,
en las que nos comprometimos a querernos para siempre,
hasta una nueva primavera de sexos florecientes
que desvirtuasen nuestras promesas fatuas
y ahora,
viejos y asustados por nuestros desengañados dientes postizos,
con esa agonía eterna por mirarnos,
por tocarnos,
por fundirnos en una nube de mariposas blancas
sobre un fondo negro de adoquines cementados,
por los poemas tristes de los poetas precipitados
por los descuidos del desamor comprometido

Me lleno de júbilo,
me corro,
salto,
me entierro vivo,
y resucito al tercer día extasiado entre tus brazos
porque te sigo queriendo,
porque esto es para siempre según dicen,
mientras sigo delirando condenas contra el mundo empecinado
en cambiar nuestro delirio de ser libres atormentados,
masoquistas desmembrados
de los sarcasmos e hipocresías
de este mundo calculado,
perseguidos por cupidos Torquemada
de gatillo fácil y miopía progresiva,
que aparecen cada primavera
deseosos de no volver a ver otro otoño de hojas mustias,
olvidando el duro invierno que se alarga para muchos,
floreciendo en primaveras de lluvias recias y siembras grotescas
de brotes tiernos explotados entre charcos de miseria gran reserva

Vivamos nos,
vívanse ellos
violemos nos
viólense ellos
fustiguemos nos
fustíguense ellos
porque yo maldigo las condenas de los iluminados de moral ciega
y de los infames come mundos que vomitan sangre ajena

Ahora,
con mi voz agonizante
por los despropósitos de un amor por las esquinas de tus sienes,
me siento orgulloso brujo sadomaso,
desvalido por placer de unas heridas no deseadas,
y mando mil dragones escupe ácido
de uñas letales y larga cola ponzoñosa,
ávidos por deshacer toda carne inquisitiva de escamas céreas,
deseosa por quemar los desvaríos perdidos no conversos
con la paciencia de unos santos barones autoproclamados,
obcecados en las tradiciones cautivas de sus infiernos florecientes,
con el yugo de nuestros imperios arios institucionales y democráticos,
de nuestros imaginarios tradicionales,
y ensoñaciones folclóricas,
porque hemos de seguir felizmente enamorados
con la cabeza bien metida entre tus ingles depiladas
mientras respiramos la sangre coagulada
de la indiferencia por nuestras entrañas vacías
con un egocentrismo que espanta a los niños sin nombre
y a todos esos prematuros olvidados en sus cajitas trasparentes
que son pasto de un día sin luz de supina indiferencia histórica,
en estos tiempos que les ha tocado vivir
estresados de tanto oír
lo que se repite una y mil veces al día
soy feliz,
soy feliz,
soy feliz,
mientras haces una pausa y sonríes
con tus dientes mellados de vomitar sangre roja y bilis
sobre las margaritas que pusiste ayer en agua

Falos vegetales que capamos felizmente juntos
en aquel prado ausente de todo aprovechamiento humano,
pero felices de narices,
con la guadaña en una mano y una ceguera prematura y noble en la otra,
con una paciente espera por tosernos juntos,
hasta morir de hambre en el desconsuelo de un puto cajero automático,
con nuestra ceguera colectiva hasta los tobillos
pero pacientes y felices,
en amor a dos,
y con esa dicha por revivir nuestro delirio colectivo
hasta vomitar la sangre de nuestras familias
de los vecinos,
de los otros,
en ese nuevo jarrón de margaritas extirpadas,
de órganos sexuales vegetales ya mermados
por el deseo de disfrutar de una nueva primavera en flor
Felices de cojones,
porque
somos felices,
somos felices,
somos felices
...



sábado, 17 de marzo de 2012

Un hilo en el tiempo

                               Para chatnoir


 Rayos de luz existencialista
que iluminan las grietas
de mi cuarteada esencia cedida
por un tiempo caprichoso
que se acaba,
desdibujando las urdimbres
apresuradamente anudadas,
por el acuciado caracolear
de un hilo que termina
por romperse
entre tus labios




(Comentario modificado en respuesta a:
¿Sientes tu existencia en el Universo? en Pluma Roja)


jueves, 15 de marzo de 2012

Epitafio Paragenético

Paragénesis temporal, un blog de objetivo incierto, vago y confuso, creado como proyecto de experimentación personal limitado en el tiempo, ha colapsado hoy tras la explosión de la cámara magmática del volcán Pandemonium, tras derrumbarse millones de litros de agua de mar sobre el magma, en lo que se ha llamado el nuevo Krakatoa. Se apunta a que el bombardeo continuado de 6666 piroclastos llevó a una presión crítica esta parte de la corteza oceánica.
Algunas fuentes señalan que se trata de un castigo divino por las blasfemias que se proferían en este espacio. Otras fuentes hablan de una maldición lanzada desde otro blog con extraños poderes sobrenaturales que, han precipitado que este espacio virtual se hunda en el mismo infierno de las herejías invertidas, en el cual, ciertamente, se debe de estar quemando el propio autor, ahogado en sus dementes tormentos de feria etrusca.
Se han encontrado unas extrañas inscripciones arañadas en la pared de una de las iglesias desconsagradas del blog, derruida por la gran explosión y posteriormente cubierta de ceniza volcánica. Se cree que dichas inscripciones fueron realizadas por el autor, arañando la pared con sus propias uñas, ya que se ha encontrado una de ellas incrustada en el yeso de la pared,  dando positivo en la prueba de ADN.  Uno de los mensajes está escrito en arameo, y agradece las visitas de  todos los que han pasado por el blog.

Las inscripciones arañadas en la pared terminan con unos extraños jeroglíficos que muestran imágenes de lo que podría ser la resurrección del blog, junto a la aparición de un extraño ser alado, resurgiendo poco antes del fin del mundo, el 24 de diciembre del 2012, aunque nada es seguro. La incertidumbre es el sino de nuestro tiempo.

   6666 gracias por asomaros por esta grieta geológica
y por  haber formado parte de la asociación mineral
de esta roca, con sus rimas y narraciones
que sólo ha pretendido ser un juego,
una manera de pasar el rato
y compartir algo,
irreverente,
con más
o menos
acierto.

El tiempo pasa y los desastres naturales y humanos no tienen agenda.
Un gran abrazo entre las cenizas de una sombra de humo
y las de este cuerpo, ahora carbonizado por las llamas
como un día predijo alguien sabio y mordaz,
entre estos escombros que ya no riman,
entre las lagrimas de mis desdichas
y un amor profundo desfigurado
que no se expresar mejor,
con mis nubes negras
y esas flores secas
que no huelen.
Colapsando,
me fundo
en negro.




Este era el cutre-epitafio previsto para este blog, que en ocasiones había llegado a desaparecer como borrador o se había desconfigurado en extrañas circunstancias..., hasta que algo inesperado sucedió. Una señal que no podía ser casual. Un ángel caído me hizo reflexionar. No soy creyente, no soy supersticioso, pero las señales son las señales.

euq al aicarg ed sartseun samla emot amrof setna ed al adagell led nif led odnum


 666


lunes, 12 de marzo de 2012

Dibujando bucles en la arena

De rodillas y desnudo,
embelesado por la belleza de tus pies descalzos,
dibujo bucles con mis dedos fríos y estirados
en la arena de tus despidos procedentes,
mientras observo absorto y desdibujado cenitalmente               
esa mirada enamorada de mis miserias,
aturdido por el océano negro de unos ojos
marchitos de tanto amar estos despojos,
que ahora trémulos intentan amortajar tu cuerpo,
decrépitos y grotescamente consternados
por el dolor que rompe un corazón ya seco

en este tiempo de reencuentro
a las orillas del río Aquerón

Transitando hacia el Hades,
ahora eternos,
siempre enamorados,
navegan abrazados
dos corazones
separados
por los despidos
del tiempo



viernes, 9 de marzo de 2012

Conmigo mismo


Solo,
conmigo mismo,

en ese tiempo entre el estar y no estar
inspiro

sensaciones
de aire y humo blanco

Hierbas aromáticas
de inducción epigenética
ponen mis ojos en blanco

Contengo la respiración y espero
hasta un último segundo de desespero,
impaciente por volver a inhalar el mundo,
bajo un torrente de distensiones irreprimibles
que rompen mi compostura
y sosiegan mi locura

Derrumbada posición forzada
en una inhalación final de hierba seca y tiempo
que me trae la vida,
el olor a sueños prohibidos,
el recuerdo de pasiones pasadas denostadas por la vida
y ese deseo de vivir acunado entre tus brazos,
arropado por el afectuoso calor de los besos perdidos

Conciencia incisiva,
inundada por el oxígeno que circula por mis venas,
cuando me precipito otra vez al abismo
de volver a ser yo mismo
en este tiempo de soledad y reencuentros,
expirando una última nube de humo negro
que me recuerda en este momento
que sigo solo
conmigo mismo
despierto



miércoles, 7 de marzo de 2012

Invertido

Invertido
como imagen especular
de un mundo singular
que llaman destino

Me niego

Repudio la dirección
que toman sin ton ni son
los esputos de tradición
que orientan mi condición
de vivo

Reniego

y sigo cabeza abajo
eructando mis aspavientos
escupiendo contra los vientos
sin hablar de los amores
ni de pájaros ni flores
porque no quiero

Difiero

de todos los deberías
de los imperativos  tendrías
porque he decido
seguir

oditrevnI





lunes, 5 de marzo de 2012

Descorazonarse vivo

Hoy,
que me hallo trabado dentro de esta madriguera de conejos
por haberme comido la galleta que no tocaba,
esparzo mis lamentos sin eco
dentro de estas soledades huecas,
entre piedras, raíces y barro,
con restos de detritos calientes y efluvios malsanos;
bloqueado por mi claustrofobia a la indiferencia
poco antes de escupir el corazón por la boca,
en medio de una medio crisis de de pánico,
por estar medio dentro
y medio fuera
de este agujero olvidado,
arañado,
sin luz,
de aire viciado,
cegado por el desamor
de un des-abril
que sólo llueve lágrimas
y siembra semillas secas,
en este descubrir
de una nueva primavera en llamas

Hoy,
por ti,

me arrancaría el corazón de cuajo y me lo comería crudo,
esperando que volviese a crecer el deseo de arrancármelo
y volvérmelo a comer,
en un bucle desquiciado sin fin,
hasta morir
descorazonado,
sólo
por volver a ver almendros en flor
en este jardín
de cenizas
y paro
 

(Comentario modificado en respuesta a "Día cuarenta y seis" en los santos no inocentes)




sábado, 3 de marzo de 2012

Dibujando monstruos


No puedo expresar nada más que ya no sepáis sobre la vida. Se que no soy original diciendo que la vida es un valle de lágrimas y risas, un mar de colores, de tonos grises y de parcelas negras que es preciso descubrir, si se quiere conocer algo más sobre eso del vivir.

En la vida hay: tragedias, desamores, injusticias, abusos, violaciones, hipocresía, exterminios,... tendencias destructivas y despreciables en general… aunque también hay: amor, belleza, amistad, bondad, mariposas y flores… tendencias constructivas y bellas en general... y otras cosas que se acostumbran a expresan mediante términos más neutros, que se pueden combinar con cualquiera de las dos opciones anteriores.

Pese a mis tendencias hacia el lado oscuro de la fuerza, no me siento depresivo ni nada por el estilo, todo lo contrario, me regocijo en el lodo de mis miserias imaginadas y reales, es como ver el sarcasmo que hay entre el papel pintado con sangre fresca en las paredes, el rimmel que aun perfila mis cuarteados labios, y mis manos ensangrentadas tras acabar de matar un conejo a porrazos. Tampoco creo ser un psicópata, aunque estaría más cerca de esto que de lo otro. Considero que desde la perspectiva del lado oscuro, se describe mejor la belleza por contraste; sería como apreciar la belleza y el amor desde su ausencia más que contemplarlos desde un mismo plano.

Desde mi particular perspectiva, cuestionable hasta los huesos, pienso que todos valoramos más la vida, la belleza o el amor desde su perdida o desde su vacío, que desde una monótona convivencia que nos anestesia los sentidos, pero es sólo una opinión. Como decía el gran amigo Yuri... me gusta subirme a un gran pino y tirarle piñas a un avestruz.

Recuerdo que una vez tuve un profesor que se llamaba Don Marciano. Era un hombre entrado en años, algo encorvado, clavo, con sobrepeso y una apetencia por el sexo de los ángeles que mojaba a las vírgenes de las estampas. Don Marciano era como la reencarnación de un Íncubo gordo y baboso, aunque este cargaba con un pesado crucifijo a modo de martillo que... "era de latón, de latón, de latón era, era de latón..." como... "...el cacharro de mi abuela...", y que llevaba colgando alrededor de su papada, y con el que no dudaba en pegarte en la cogotera a traición si hablabas en clase o simplemente si se le antojaba por no haberte comido una de sus piruletas durante la hora del patio.

Un día, me dijo muy cabreado, aunque conmigo lo estaba siempre desde aquel bocado que le pegue en una pierna. Ese día que la hora de patio se hizo especialmente larga para mis otros compañeros:

- Óscar, tú nunca llegarás a nada en la vida, porque cada uno tenemos el futuro que nos merecemos.

Aunque resulte paradójico, todas esas sentencias vejatorias y desmotivadoras, llegaron a reconvertirse en principios de motivación intrínseca para mi psique, quizás esta es una de las razones de mi tendencia a expresar desde la oscuridad mis luces. Posteriormente a ese comentario, me tocaron un par de ostias no consagradas, a modo de boomerang.

Desde aquel antológico día del mordisco, le siguieron toda una ristra de suspensos hasta que me cambiaron a un colegio público. En ese nuevo colegio, pasé de ser el paria de la clase a ser el matón de los matones, en sentido literal, porque esa clase era mía. Cuando defendía a los débiles de las extorsiones de los abusones, me quedaba con una parte del botín... y ahí empezó mi imperio de poder, porque nadie es perfecto y yo tampoco he dicho nunca que fuese un santo. Siempre me he escudado frente a mí mismo diciéndome... "...la vida me ha hecho así, no la he inventado yo..."

Cuando me pillaban habiendo robado los estuches con lápices de los otros niños, porque mis padres siempre se presentaban en el colegio con mi colección de plumieres, yo iniciaba toda una puesta en escena de pringado estigmatizado que, dejaba en bragas a Regan MacNeil y su cuadro de posesión. Mirando con cara de angelito condenado les decía:

- Estoy poseído, el diablo me habla y me hace hacer cosas...

Yo sabia que no se lo creían del todo, pero también sabía que en sus mentes, siempre existía un margen de duda razonable, y yo vivía en el charco de esa duda como un sapito, hasta que me llevaron a un psiquiatra. Después de contarle al médico mis vivencias extracorpóreas y hablarle de mis voces, recomendó a mis padres un cambio de colegio y mi internamiento en un centro especializado, hasta dar con el problema, decía. Mi patología fue recorriendo varios diagnósticos psiquiátricos, atravesando toda la pedrera de las psicosis hasta llegar a lo que fue mi última etiqueta diagnóstica, el trastorno limite de personalidad, que se acababan de inventar, casualmente.


En uno de mis ingresos conocí a un tal Pablito, al que le hice la vida imposible hasta que murió atragantado con la punta de un cruasán el pobre, aunque yo se cual fue la auténtica causa de su muerte. La sobremedicación lo mató. Esa podría haber sido una de tantas iatrogenias que pueden pasar desapercibidas, como reventarle los pulmones a un neonato por no haberlo intubado colocado el tubito apropiado con válvula de salida de aire a la botella de oxígeno, o iniciar una operación sin comprobar antes de abrir si el paciente es un situs inversus,... Estas son cosas que pueden pasar en la ironía del vivir y del morir de cada día, pese al no saber, no querer saber o preferir seguir viviendo como avestruces. Pero si he de ser sincero, ese día no fue iatrogenia. Ese día yo le cambié a Pablito unas cuantas pastillas que había ido guardando, por medio paquete de tabaco. Era costumbre el traficar con tabaco y pastillas durante los ingresos, pero nadie podía saber que la sedación le llevaría a no poder tragar aquella punta de cruasán, porque a Pablito, le gustaba estar siempre colocado.

Recuerdo una anécdota de las clases de dibujo de Don Marciano, la que llegó a ser mi última experiencia junto a aquel tirano. Yo, acostumbraba a dibujar temas oscuros y macabros, lo que en aquel entorno y aquella época representaba un auténtico estigma social. Esto agrandó mi ego y mi devoción por lo oscuro. Los otros niños me llamaban el Anticristo... y aunque pueda resultar paradójico, me gustaba el mote, pero a mis padres y a los profesores, no. En esas clases, los otros alumnos dibujaban motivos florales con bellos pajaritos o situaciones cotidianas, lo contrario que yo. Siempre dibujaba, monstruos y paisajes decrépitos... Un día en el que Don Marciano estaba especialmente irónico, se acercó de puntillas y traición, como siempre, y cuando me quise dar cuenta ya lo tenía con una mano en mi hombro:

- Qué Óscar, ¿dibujando otra vez cosas feas?

- No, Don Marciano, sólo son ojos y pies haciendo cola para subir al autobús.

Respondí yo, sumiso, sin quitarle ojo al crucifijo de latón que le colgaba oscilante sobre mi cabeza.

- ¿Qué podemos hacer para que algún día dibujes cosas bonitas? ¡Condenado!

Yo esperaba un capón de los suyos, pero ese día ni tocó el crucifijo, y parecía incluso que me sonreía el tío. En ese instante, me sentí integrado en la clase como nunca, con todos mis compañeros mirando. Yo era el protagonista del momento y mi prestigio dependía de una respuesta ingeniosa frente a toda la clase, porque yo era el Anticristo y no quería dejar de serlo. Cogí aire y le solté:

- Cuando todos los demás niños pinten monstruos, yo pintaré flores Don Marciano, porque en este mundo ha de haber cosas feas para que luzcan las bellas.

Todo fueron risas entre mis compañeros de clase, mientras Don marciano frunció el ceño y no dudo en quitarme el dibujo y rompérmelo en mil pedazos, como hacía siempre. Aunque ese día no hubieron golpes, Don Marciano se enfadó mucho y me grito:

- ¡Eres un paria, un perdido que irá al infierno!

En ese momento, yo pensaba en los juegos de ese íncubo seboso, mientras esquivaba los perdigones de sus babas que lo salpicaban todo, al mismo tiempo que Don Marciano se iba poniendo cada vez más morado y se le inflaban las yugulares.

Yo, hice un intento por esquivar el chaparrón que estaba cayendo y calmar a la bestia, utilizando mi escusa estrella, aunque esta vez sonaba más falsa que nunca, por el miedo:

- Es que... estoy poseído.

Cuando de repente, Don Marciano, empezó a echar espuma por la boca, a cogerse el pecho con su mano derecha y a mirarme con unos ojos que se le salían de las cuencas, cogiéndome con su otra mano por el cuello mientras se desplomaba hasta hincar las rodillas en el suelo. Arrodillado frente a mi, delante del Anticristo, me sentí poderoso por primera vez en mi vida. Me zafé de su mano como pude, aterrado, pero extrañamente feliz a la vez. Me sentía envalentonado, manteniendo una sonrisa contenida de Gioconda atragantada que se deshacía entre las pequeñas risitas que se me escapaban entre los labios con aquellos pequeños soplidos. Cuando casi sin querer, me acerqué a su oído y salió de mi interior una vocecilla extrañamente grave, que me quemaba la garganta:

- Don Marciano, en esta vida y en la otra, cada uno tenemos lo que nos merecemos, y usted se va a ir directamente al infierno.

Y seguidamente, el tirano cayo de bruces, muriendo de un infarto.

La escena era dantesca, con Don Marciano babeando y muerto a los pies del Anticristo, fulminado como una mosca, y aquel prolongado silencio, que se rompió cuando todos empezaron a señalarme y a gritar llenos de pánico:

- ¡Es el Anticristo, el Anticristo,...! ¡Lo ha matado!

Los más cobardes salieron cagando leches, con sus caras desencajadas y sin quitarme el ojo de encima. Los que habían estado más sometidos al yugo del tirano que yacía a mis pies, vivían un júbilo descontrolado, tirando sillas y rompiéndolo todo, en una imagen  de ansia desatada que siempre me ha recordado la ira de los niños de "El señor de las moscas", una película que siempre me ha dado que pensar.

Ese mismo día me enteré de que mis padres habían hablado previamente con el director y con Don Marciano para cambiarme de colegio.

Ese día yo fui el auténtico Anticristo, El liberador de la tiranía de una doctrina corrompida, trasmitida por un Incubo corruptor de angelitos, arropado por la hipocresía de una institución manipuladora de símbolos y voluntades.







jueves, 1 de marzo de 2012

Ahorcado enamorado


¿Dónde estás amor?

Tentación desmedida de encontrarte dormida
soñando a mi lado y estrechando mi vida

Terrores sin ojos me acechan hambrientos
recordando tu muerte y que estoy aun despierto

Negación de tormento que me arranca la vida
tras ir a tu encuentro con una soga prendida

Te amo