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miércoles, 22 de agosto de 2018

Encolados


Encolados,
rascando las farolas
del orígen de sus ideologías

Colgados,
profusamente abandonados
entre actos de desconcierto

"Me dijiste que harías,
que consentirías,
que tolerarías,
que pulirías
todas las muescas
de nuestras diferencias"

Identificados,
sin el rastro de sus apellidos,
con sus tildes sin vocales,
subrayando los hiatos
de las oquedades
de una incipiente
caries sin diente

Policía política
de calibre corto,
de rostro oblongo
y aires de propietario,
brillando por las escusas,
de una selección aprendida
entre las hojas
de su lucha

Ejecutando
las endodoncias
de las proclamadas profecías,
de unos caudillos sin sombra

Perros del desconcierto
ladrando abandonos,
dependencias robadas,
identidades marcadas,
desde los mismos colédocos
del espírutu de un mal tiempo

Singularidades temporales:

Libro: Amin Maalouf: "Identidades asesinas"
Serie de videos: "Zeitgeist", Zeitgeist Addendum", Zeitgeist Moving Forward"
Videoclip (Eduardo Schmidt): "El silencio es salud"






domingo, 5 de agosto de 2018

Mitos de cienos y plumas de ángel



Querubín: háblame de la guerra de los ángeles, con sus estandartes surcando el cielo, con sus trompetas doradas haciendo resonar el trueno, y sobre sus carros alados atravesando nubes de tormenta como rayos de fuego. 

Serafín: pero… ¿Me preguntas por la historia de los vencedores o por las simas de sus mitos? 

Querubín: ¡por las simas, por las simas...!


Serafín: ¡Pues bien! Has de saber que, siguen gobernando los de siempre, siguen sangrando los de siempre, y continúan conspirando los que conspiran desde siempre. 

Querubín: pero… ¿Algo tuvo que cambiar? ¿No? 

Serafín: pues claro angelito, pues claro que cambió algo. Aunque en aquel tiempo muchos lo perdieron todo, todo eso ahora es nuestro, mientras ondean nuestros estandartes entre los caprichos del viento, realzando los baluartes de esta nueva era angelical

Querubín: pero… 

Serafín: ¡Basta ya! Ya no hay tiempo para peros. Dejémonos de tanta charla y a trabajar chiquillo que, a tus nueve años lo del deber no es cuento 

Querubín: pero todavía no he comido 

Serafín: ni comerás hoy, por charlatán. Mañana, ya veremos. Todavía te quedan cincuenta letras para pagar tus nuevas alas de seda, sesenta y cinco para pagarte los estudios sobre la nueva era, y ciento cincuenta y cuatro, para llegar a ser un angelito de primera, con tu brazalete dorado, adoptando posturas y maneras de raza, para poder bailarle al ajenjo todos los folclores masturbados, los no extirpados, pisando fuerte sobre lo extraño de las bestias infames, rindiendo ofrenda al arcángel venerado, y gritándoles desde el quicio de nuestra nueva era, lo recto que es el camino hacia sus nuevos campos de concentración.

Querubín: qué lindo es servir en esta nueva era ¿Podré acudir a la sesión de lapidación? 

Serafín: ¡No! La sesión junior, sólo se ejecuta los jueves.




domingo, 27 de mayo de 2018

Políticas de escape



No afloran las emociones
en el sosiego de los desguaces

Rutinas quebradas,
compactas,
entre plástico y hierro

Delitos de sangre
prescribiendo
al poco tiempo

No afloran las emociones
en las esperas de los destiempos

Delitos fiscales
que no prescriben
ni en unos dulcificados sueños

¿Que cuánto vale lo peor del delito?
Veinte años,
lo demás son cuentos

Rebajas de justicias de viernes,
esperando los lunes que asoman

Políticas de escape fino
y olvidos de angustia,
entre las moralejas
de una de esas sociedades
llamadas de votación



domingo, 22 de abril de 2018

Ritual del té



Ritual del té
con el bullir de los compromisos
Infusionando los pasados frisos
que vendieron nuestras promesas
a precios de saldo

Infusiones
con cortezas de limón rayado,
sorbidas
con los sorbitos cortos del “me quemo”

Hervores de ateísmo infiltrado
entre las inmatriculaciones
y el esperpento aconfesional
de las instituciones de espolio

Nublados,
entre los vapores grises del agua del grifo
y sus detritos de metales pesados,
decantados
hacia el mercurio de las religiones
y los alborotos de congreso

Declarar una duda,
por la virginidad cornuda
tras una concepción de peso,
ahora
se atraganta delito,
en la cloaca del desquicio "acrítico"
y su divina perversión

Sonrisas sin correa
royéndonos hasta los cumpleaños,
cogiéndole por los huevos al “qué ha sido”
hasta hacerle cantar
todos los guiones trabados de nuestros delirios

Infusiones de prisas
en el crujir de nuestras dispepsias,
marcando modos,
con lo carminativo del “me importa un comino”,
del “déjame sola”,
rompiéndo las olas
en nuestros estanques de sirenas

Posos
de leyes mordaza
y estafas a lo loco


Rapero: Cariño, me tendré que ausentar… un siglo
Inspiración: Mi amor, te seguiré esperando, ... un minuto