Fugas simples
de mentes simples,
ensimismadas
con recuerdos de otoño
liados entre las sábanas.
Tiendas de campaña
en la cama de mis padres,
entre risas de montañas imaginadas,
abrazos torpes
y ensueños de posibles.
Dermis laminada de
mimos
de medios cromosomas,
difuminados
entre nubes de besos,
proyecciones personales,
y el olvido del rechazo
Hijos que asomaban al precipicio del mundo,
asidos por las manos,
anegado la migraña del
espasmo
Papa Valiente: ¿Cuánto me queda?
Hijo Principito: papa... ya estás en prorroga.