Lástima
de ese sesgo de confirmación que siempre nos confirma la regla,
y las hipótesis,
y los andamiajes de la acatisia
Sorpresa: demasiadas veces marchan los mejores...
Consternados por la herejía
de otro nombre emborronado en una lista,
por los surcos de sosiegos,
serpenteantes ahora,
mirando hacia lo clueco del abrigo
Tensas emociones
riendo soledades
a la sombra del destiempo
Riendo para no llorar,
siempre recios
crujiendo nuestras cruces
en el recreo de los caudillos
Voluntad: Contad conmigo para lo que sea
Sorpresa: ojo al dato... para lo que sea... yo también estaré allí...
Siempre es bueno converger,
pero más saciar la sed de la vendimia,
atragantándose
con el mosto del buen tino,
y atinando,
compartiendo algo macerado en el camino,
experiencias infusas,
singularidades casuales,
pero siempre,
siempre conteniendo el buen delirio
frente a lo huraño
de las demasiado frecuentes realidades
Para Cris, desde el panal de sus jaleas