Políticas de escape
No afloran las emociones
en el sosiego de los desguaces
Rutinas quebradas,
compactas,
entre plástico y hierro
Delitos de sangre
prescribiendo
al poco tiempo
No afloran las emociones
en las esperas de los destiempos
Delitos fiscales
que no prescriben
ni en unos dulcificados sueños
¿Que cuánto vale lo peor del delito?
Veinte años,
lo demás son cuentos
Rebajas de justicias de viernes,
esperando los lunes que asoman
Políticas de escape fino
y olvidos de angustia,
entre las moralejas
de una de esas sociedades
llamadas de votación
Todo es lo mismo
ResponderEliminar… el Zeitgeist, el espíritu del tiempo
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