Lejanos acordes de balalaica añeja
Trote de cuatro corceles
resoplando y pisoteando la hierba,
y el mundo,
encaramado en la copa un gran pino
discutiendo la escena
Polvo radiactivo sobre sangre ajena,
cubriendo un Chernozem
sembrado de pena,
despedida y llanto
Perfusiones nucleares
condenando disidencias,
con un Litvinenko abrumado
sucumbiendo a la Casandra
de su síndrome
Subyugados
por un dictador de mecha corta,
por los complejos de un Duce de sudario,
con Visa infinite,
palacio prestado,
y anillo tallado
con corazón de Chernobilita
¡Libertad!
Grita desde la esperanza
una Elena Osipova,
y en su memoria,
un Leningrado que
ya no se llama Leningrado,
y una Rusia democrática que
ya no es democrática.
Marciales modos
precipitando a engañados soldados,
acallando a incómodos opositores ,
y encarcelando a niños con flores
y ancianas de imaginario.
Retórica
de un repetirse la historia,
con un cartel de "se busca",
¡Vivo o muerto!
https://elpais.com/internacional/2021-09-21/el-tribunal-europeo-de-derechos-humanos-culpa-al-gobierno-ruso-del-envenenamiento-de-litvinenko.html
https://elpais.com/internacional/2022-03-03/la-policia-rusa-detiene-a-una-superviviente-del-nazismo-por-oponerse-a-la-guerra-en-ucrania.html
https://twitter.com/eluniversocom/status/1499452092209057793
https://www.elmundo.es/internacional/2022/03/04/622174d4fdddff87928b45f8.html
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