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domingo, 30 de septiembre de 2012

Descrucificado


Sin mis espinas,
de rodillas pero entero,
desclavado de la cruz de una tortura ajena,
hambriento de pan
y sobrio como nunca
Busco mis uñas entre las piedras,
entre mis restos desgarrados
por una lanzada cizallante,
pero sólo palpo piedras,
piedras y polvo
que se precipitan
entre mis estilizados dedos sin uñas,
con una piel curtida y reseca
Cuando,
oigo pasos tras de mí,
pasos lentos de suelas duras
que hacen crujir las piedras que compactan,
y pienso en mis uñas,
las que se me han perdido,
y pienso que las puede pisar alguien,
y que pueden perderse para siempre,
porque son mías,
mis uñas

Ahora,
se oye un chasquido
No veo
No comprendo
Se oye un clic
y el último percutor
que derrota mis desmayos,
precipitando mi inexistencia
sobre un jardín de uñitas pintadas,
con deditos juguetones
que no me paran de hacer cosquillas,
aunque ya no me puedo reír,
sólo puedo sentir
la calidez pulsátil que sucumbe a mis jaquecas,
y un par de uñas sin dueño
que se me incrustan entre las cejas



5 comentarios:

  1. Sin uñas seremos menos salvajes, pero también más temerosos del mundo exterior.

    Un beso.

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  2. ¿Qué sabor tendrá un caldo de uñas sucias?. Debe saber como una ensalada de caries.

    Un abrazo M.

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  3. el negro de las uñas. no olvides el negro de las uñas, esa es la esencia mucho más que las uñas en si.
    abrazo.

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  4. David vuela un kilómetro más adelante.

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  5. ¿Y los que nos las mordemos? ;)

    Besos.

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