Esta tarde
grazno por el paso de tus citas,
grazno desde la torre de papel improvisada
que acaricia el pluriverso
Grazno para el principito valiente,
el que trepa y trepa decidido
por el árbol de lo incierto,
por sus tramas aprendidas,
con sus prisas y asuetos
Ramas y tramas
dedos abiertos,
señalando hacia el buen nombre,
asiendo su silencio,
el desprendimiento del abrigo,
del cobijo,
del pretexto
Luceros germinales
de genéticas nosocomiales,
pareados
al cincuenta por ciento,
mirando comiciales
hacia la estrella del supuesto,
del supuesto educado,
rimado,
adornado como siempre
por un buen cuento
Circumpolar y consuelo del alba,
liebre de marzo,
aliento sincero,
desde un sencillo “lo siento”,
un “lo siento mi niño”
por todas esas despedidas sin guiño,
y por los guiños sin tiempo
Para Josep C.
desde el desprendimiento de sus citas,
desde un hiato de febrero
que se hizo el más largo