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martes, 25 de agosto de 2015

Polvo de escobas



Son recuerdos
dices,
con el trajín
de un mal cuento

Infancias encofradas
con atracciones fatales,
con lo abrupto de un mal susto
por el desencuentro
con amigos invisibles,
por sus secuelas
y sus efectos secundarios

Dices
que viajaste al país de las maravillas,
para conocer al ratoncito Pérez,
al patito de la ducha,
y a una Cenicienta enamorada
entre polvos y atropellos

Dices
de una sorpresa tremebunda
porque el ratón se llamaba Mickey
y porque se lo montaba
en un viejo Mini Cooper
color verde esmeralda

El patito
estaba loco
y se llamaba Lucas
Hablaba de alguna fuerza,
y algunos lo llamaban Skywalker

La Cenicienta
emborrachada,
acariciaba sus calabazas,
turbada,
con fetor etílico, 
mientras,
entre aullidos y carcajadas,
montaba salvajemente
sobre una escoba impregnada
con ungüentos de solanáceas

Aturdidas pararealidades,
que siempre
dices,
superan la ficción