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miércoles, 13 de enero de 2016

Equilibrios


Yin: Me dijiste 
que no anduviera por el quicio de las cornisas,
por eso de los precipicios
y sus raras formas,
por las forzadas prestidigitaciones
que otorgan el receso
del expectante empacho de lo cotidiano 

Yang: Sabes bien que, 
el hábito no hace al monje
aunque,
si uno se empeña a fondo,
puede llegar a parecerlo 

Yin: Pero..., 
y que hay del interior,
de todos esos patrones prendidos
desde el empuje del anonimato,
porque
sabemos que queremos algo
¿No? 

Yang: De eso, 
y de los presos del imaginario,
sólo quedan pocas cosas:
beber, comer, mear y cagar 

Yin: ¿y qué me dices del follar? 

Yang: de eso se encarga el Qi de riñón 

Yin: ¿por la proximidad de la cosa ¿No?

Yang: ¡no! porque la reproducción, 
como la producción de grandes hombres,
siempre han sido cosas del Estado