Rayos de Sol
atravesando los angostos agujeros de la persiana de nuestros oscuros,
en el despertar
de la taciturna trayectoria de las ausencias del mundo
Flashes de glorias efímeras
al abrigo del calor de lo incierto
Adaptación de cubiertos roídos
por la rutina de una supervivencia esclava
Desplazamientos mecánicos,
apelmazados,
por las dislocaciones de trenes impuntuales
Voces sagitales
que proponen cambios de rumbo
en horizontes de barcos que naufragan
Acomodaciones inciertas
en la silla de los despachos de lunes,
cuando el jefe te pregunta: ¿estás bien aquí?
y tú respondes con tu traje de sonrisa: ¡por su puesto!
Te entrega un sobre y se marcha,
trasparentando con lenguaje de indiferencia
"Este no es tu barco"
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