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martes, 16 de julio de 2013

Carne cruda


Sobrio y en pelotas
espero la decadencia del pasito a pasito,
a las puertas de este hospital muerto

Muerto de risa y llorando,
Aterrado por el temor de todas esas voces sin cara

Aterrado por ese locuaz silencio
que atiborra las malas lenguas del fusilamiento
entre estrofa y estrofa

Abandonar la anormalidad al silencio
es sencillo,
consiste sólo en bajar el listón del conocimiento,
o lo que otros llaman
heredar tarados
a beneficio de inventario

Y ahora no hablo de enfermedad,
ni tampoco hablo de sufrimiento,
hablo del olvido y del estigma
de todos esos residuos del hacinamiento
de esta inclemencia colectiva

porque
por estos lares,
se abandona la locura
a la anormalidad de la cordura

Se deliran protocolos
que supuran defenestraciones
de pensiones de incapacidad

Maniacos mimos
de amor y desmesura
sacudidos
a golpe de melocotón

Ahogada carne cruda
devorada por esta sierpe cornuda
de camas clausuradas
y venenos de privatización