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viernes, 18 de marzo de 2016
Extirpación metálica o cómo sucumbir a un banco
Se anuncia
la desaparición física del dinero,
por ejemplo,
mañana mismo
Una desacompasada simpleza
acompañada
por el trasiego de lo colectivo
Embelesados
hasta hacernos sucumbir a un banco,
anunciado como siempre,
con las preferencias de lo publicitado,
y la seducción de la adscripción
... y todos felices soñando perdices,
con un código RFID insertado en el brazo
por eso de estar a la moda,
y por lo hepático de lo alcoholizado
Foie gras acrítico,
y empacho digital
hasta la desconexión total
de todo lo subversivo
Anunciando a bombo y platillo,
que toda la culpa es por el tráfico del dinero,
por los corruptos,
y por sus juegos,
o por algún miedo subliminal
repetido hasta el escorbuto
Inserción de aceptación voluntaria
y siega de las libertades,
del mendigar famélico,
y de la agonía de las listas de espera,
de las que bien saben los gestores de hospitales,
que si se demoran un poco,
ya no hay listas,
ya no hay males
Rascando eccemas,
esputando flemas,
asfixiados por nuestras deudas,
soñando lo realmente extirpable,
el cáncer social de la monetización,
por ejemplo,
mañana mismo
Singularidades temporales:
Zeitgeist Addendum
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