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lunes, 14 de enero de 2013

Ni soñar


Ni soñar
en cómo hacerse mayor,
irrumpiría antaño
entre mis ensimismamientos,
entre aquellos solitarios "si yo fuera...",
de condescendiente adolescencia,
que acariciaban turgencias con sabor a azafrán
y besaban soplos de cielo

Saltando por los tejados
del constructo social que me dio nombre
y apellidos
y números,
muchos números,
y deudas,
muchas deudas

Ni soñar,
verme relegado al espacio improductivo
por los asuntos de la edad,
por los asuntos del especulativo rédito social,
que me ha convertido en síndrome
de una estancada historia,
desde el día
en el que caducaron los posibles
de mi calendario

Ni soñar
en el inmovilismo sentido
de rendición objetivada
y aquella pretensión fabulada
de mi cercenada inmortalidad

Ni soñar
en contemplar la relatividad de lo observado,
de lo vivido hasta el momento,
de lo soñado,
de lo añorado,
desde este tiempo impropio
en el que,
asido al recuerdo
y a las ensoñaciones,
se resiste la zozobra
de nuestras tempestades