(Una escoba apoyada en la pared de una andana de metro, junto
a una papelera abollada supurando desperdicios grasientos)
Escoba: Querrás decir suburbios…
Papelera abollada: ¡Subterfugios!
Escoba: Mira Cara Papel,
en el fondo son lo mismo. Los subterfugios tiñen de malva la angustia de los
bancos de nuestros parques, y la de los suburbios y sus desahucios, recalificados por los sobornos. Los condicionamientos corraleros, nos inundan con anuncios por todos los
pasadizos del metro, con sus posters espaciales y sus asociaciones calientes, repitiéndonos una
y mil veces que vivimos en una gran ciudad. A algunos les
repateará tanta propaganda de la excepción, mientras sigan menguando los recursos
sociales y sus hijos pasen hambre, pero para muchos otros… muchísimos... les seguirá valiendo más una mentira emocionante que cien verdades grises, y ahí es donde entran en juego los subterfugios.
Papelera: ¡Subterfugios!