Hoy me han visto
y me han hablado
ellos,
mis amiguitos
gráciles y peludos,
los únicos visitantes
de mi soledad
La soledad de mis voces,
esas que me llaman por mi nombre
y me dicen que no valgo,
que me mate,
hasta hacerme llorar,
encerrarme en mi mundo
y hacer que ellos me lleven,
los policias,
que me aten en el inframundo
y me quemen por toda la eternidad
Pero ellos son mis amiguitos
los siete ratoncitos telúricos
de ojos rojos saltones,
culones y sin cola,
mis amiguitos
los que nunca me abandonan.
Un aplauso para ellos.
ResponderEliminarMejor ratones telúricos que humanos farsantes.
Saludos.
A eso lo suelen llaman esquizofrenia... Aunque yo te creo! ;)
ResponderEliminar( Tengo fobia a los ratones...) xD
Besos.
¡Gracias a este puñado de ratones!
ResponderEliminarMe gustan los ratones...Y me gusta el queso...casi me siento ratón telúrico...
Mothman:
Me gusta esta especie de crueldad con que me seduce tu poema ¡Grade!
Vas metiendo el acelerador de tal manera en esta poesía que al llegar a destino final que trazas (sabedor de tu puesta en escena), llego anhelante por llegar...Casi ahogada por sentimientos que aceleran y desaceleran a tu ritmo y a tu antojo...
¡Que bueno!
Muchos saludos confluyentes.
Roemos este blog hasta hacernos desparacer. Luego seguiremos con millones de otros más. Estamos locos. Pero somos exquisitos.
ResponderEliminarAbrz.
Ratones, polillas, termitas...pequeños seres inteligentes y crueles que martillean nuestra razón con sus maléficos planes, acabaran conquistando el mundo y nosotros seremos por siempre sus esclavos.
ResponderEliminarUn beso
Sí, somos ratones, tenemos los calcetines roídos y no abandonamos el barco de los cojones.
ResponderEliminarun abrazo.
A veces es bueno recibir este tipo de visitas, prefiero entregarme a los ratoncitos telúricos (y culones) que a los seres humanos.
ResponderEliminarTambién me gusta cuando los ratones rondan el altillo de mis locos pensamientos y creo que el mundo es rosa-clarito y titubeo. (bue, esto no tiene importancia acá)
En fin, que me han gustado estos versos. No le hagas caso a la soledad de tu voces…¡Tú vales mucho! (Pregúntale a tu abuela, ella siempre tiene la razón)
Un abrazo