Páginas

sábado, 18 de febrero de 2012

El fin de los silencios

Murmullos incomprensibles
y esas voces que me arrebatan la cordura

Una revelación
me dijo que el Creador hizo el mundo
con sólo nombrar las cosas,
soplando su forma en barro,
hasta que un buen día el Creador calló
y permaneció callado durante milenios
observando su obra,
atrapando silencios
dentro de esa nada anterior al tiempo

Una vez colmado de silencios,
decidió repartirlos por el mundo
en el interior de la esencia de las cosas,
y así nacimos todos y todas,
callados,
carentes de palabra

Un buen día,
uno de esos silencios
comenzó a sonar con un ligero crepitar
llegando a ser la comidilla de todos silencios,
y se acabo el silencio,
apareciendo los ladridos,
el croar,
los balidos,
la palabra,
y el repicar de campanas

Aún podemos encontrar ese crepitar primigenio,
dentro de todas las cosas
tomando forma
con cada eructar
tras comulgar
con una buena espumosa


12 comentarios:

  1. Pues mira que calladitos hubiéramos estado más monos, eh?
    mmm una Guiness, quien pudiera pillar una ahora...xD

    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Antes de hacer mi comentario me quedé en silencio pensando. Poco sirven las palabras "cada uno de nosotros tenemos unas peculiaridades que nos son esenciales" Lo malo fue que el primer silencio que habló fuera la comidilla de los otros silencios.

    Profundo y bello.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Usted jamás será silencio, caballero, y nosotros vamos volando a su casa para que entre todos podamos de una vez por todas desvirgarnos.

    ResponderEliminar
  4. Una muy original versión del génesis.Es muy posible que todo ocurriera así y que a partir de la rotura del silencio,el creador nos haya mandado a todos a hacer puñetas por ser tan bocazas...
    Lo de la espumosa,como remate,genial.

    un placer Mothman

    ResponderEliminar
  5. La combinación ideal sería un 50 % de palabras y otro de silencios, junto con la capacidad de saber usarlos sin meter la pata.

    Y ojalá croásemos como forma de comunicación, todo sería muuucho más sencillo.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  6. ya no bebo alcohol y aún así, brindo por este poema.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. ¡Caramba! Cómo me ha gustado.
    Tanto que entre abundante espuma de marea alta, brindo porque broten más revelaciones, porque tu comulgar transfigure "las chelas" en versos... porque tus arrebatos carentes de cordura gesten mucha más poesía ...
    ¡Sí Mohtman, más todavía!

    ResponderEliminar
  8. Me había quedado medio que sí medio que no, y en esas me percato de que me comulgaba con ruedas de molino.
    Así que, a otra cosa que me susurre al oído el Creador.

    En silencio, faltaría más.
    Siempre es un relax apalabrarse con Mohtman.
    PiliMPilar

    ResponderEliminar
  9. Este poema es una cosa estupenda, soy poco beberdor pero poder sentarme a tomar la espumosa al sol de una cercana primavera me reconcilia con ese mundo de silencios.

    Abrazos

    ResponderEliminar
  10. Bebamos pues y que nuestro croar al fin tengo sentido.
    Pulgares arriba y salud!!!

    ResponderEliminar