Caer
al suelo
desde una altura moderada
Un impacto súbito
que deshace mi compostura
de éxito grupal,
traje de marca
con zapatos a juego
Un movimiento rápido
de desatino comedido
con un aire de sorpresa,
y esa vergüenza social
incrustada en el hipotálamo
que pesa más que la sangre de mis manos,
que mis rodillas peladas hasta el hueso,
que los seiscientos euros de tela hechos jirones
y ese dedo roto que se contorsiona hacia un lado,
que me duele como un demonio,
que me marea,
aunque me esfuerzo por mostrar que no lo siento
No puedo expresar mi dolor,
pero mis lagrimones me delatan
Me levanto del suelo con un brinco,
todo orgulloso,
con ahínco,
y sigo caminando con la cabeza bien alta,
con ese marchar de tipo elegante
y un controlado deseo de huir
de los testigos del momento,
de las pruebas de mi escarnio,
porque los hombres no lloran
Eso me decía mi padre,
eso me decían mis amigos,
eso que veo por la tele
Normas sociales implícitas
que me hacen hacer
sin querer,
que me hacen sentir
sin saber
quien soy
en esta jaula de grillos
Una vez escuché a una mujer decir que el hombre donde debe demostrar su hombría es en la cama, yo es donde más he llorado...que cosas.
ResponderEliminarUn abrazo amigo.
De la que puedes escapar si te apetece.
ResponderEliminarBesos.
Los hombres lloran sin lágrimas.
ResponderEliminarLos hombres no lloran.
ResponderEliminarLas personas sí.
Kisses.
Pues mira tú, que miras bien:
ResponderEliminarDudaré y dudaré de quiénes son los lloradores.
Pero no albergo duda en las
'Normas sociales [...]
que me hacen hacer
sin querer,
que me hacen sentir
sin saber
quién soy,
sino yo,
en esta jaula de grillos"
Bueno buenísimo.
Abrazos
"De vez en cuando la vida...nos besa en la boca" Y a veces el suelo...Mothman.
ResponderEliminarDe vez en cuando, la personas lloramos, a veces con besos...O embargadas por un misterio, indefensas, al descubrir nuestros barrotes en medio de una poesía...
Un beso.
De una situación nada agradable, regalas esta joya.
ResponderEliminarCosas buenas las hay, si se saben buscar.
Un saludo.
Hace frío y casi muertos, a cuatro grados bajo cero. Aún nos queda yesca?
ResponderEliminarpasamos más tiempo en desaprender lo que en pocos años lograron cincelarnos.
ResponderEliminarsiempre me ha dado mucha penita que los hombres deban hacer ese papel de "duro" que socialmente se les adjudica.
ResponderEliminarlos priva de un montón de gestos de cariño y les hace reprimir los sentimientos a lo largo de su vida.
me gusta mucho como lo cuentas viéndolo desde tu orilla, "con la vergüenza social incrustada en el hipotálamo".
asignatura obligada: aprender a escapar(nos) de esa jaula de grillos.
ResponderEliminarabrazo fuerte, Mothman.
tus versos me resultan cada vez más cercanos. Un abrazo
ResponderEliminarLlorar es de humanos, lo demás de superhéroes trasnochados...
ResponderEliminar( me he imaginado la situación y es curioso, pero me he reído, pero de pena)
Muy bueno!
Besos.