Ayer,
después de mi media hora de terapia,
después de mi despido procedente,
después de mi indecente indefensión
por mi insolvencia garantizada
en una atávica democracia
de "Panem et circenses"
decidí bajar a la calle y comprar alpiste para mis pajaritos,
pero al llegar a casa
me los comí,
después de mi despido procedente,
después de mi indecente indefensión
por mi insolvencia garantizada
en una atávica democracia
de "Panem et circenses"
decidí bajar a la calle y comprar alpiste para mis pajaritos,
pero al llegar a casa
me los comí,
de un bocado,
arrancándoles la cabeza de cuajo,
sin escrúpulos ni ostias
arrancándoles la cabeza de cuajo,
sin escrúpulos ni ostias
... y es que...
... en el fondo,
... en el fondo,
somos animales de costumbres
Cuando se tiene hambre se come cualquier cosa. Creí que los ibas a dejar en libertad. igual, es una forma de liberarlos. A los pajaritos digo.
ResponderEliminarMe gustó mucho este poema y sí, somos animales de costumbre.
TE DESEO UNA FELIZ NAVIDAD Y UN AÑO CON SALUD Y AMOR.
HASTA PRONTO.
Hoy también arrancaría de cuajo más de una cabeza...
ResponderEliminarY si, somos animales de costumbres.
Besos.
Somos prehistóricos por definición.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bésame Mothman...
ResponderEliminarme pregunto si aceptaron el alpiste como pago a la media hora de terapia.
ResponderEliminarun abrazo.