Páginas

lunes, 5 de marzo de 2012

Descorazonarse vivo

Hoy,
que me hallo trabado dentro de esta madriguera de conejos
por haberme comido la galleta que no tocaba,
esparzo mis lamentos sin eco
dentro de estas soledades huecas,
entre piedras, raíces y barro,
con restos de detritos calientes y efluvios malsanos;
bloqueado por mi claustrofobia a la indiferencia
poco antes de escupir el corazón por la boca,
en medio de una medio crisis de de pánico,
por estar medio dentro
y medio fuera
de este agujero olvidado,
arañado,
sin luz,
de aire viciado,
cegado por el desamor
de un des-abril
que sólo llueve lágrimas
y siembra semillas secas,
en este descubrir
de una nueva primavera en llamas

Hoy,
por ti,

me arrancaría el corazón de cuajo y me lo comería crudo,
esperando que volviese a crecer el deseo de arrancármelo
y volvérmelo a comer,
en un bucle desquiciado sin fin,
hasta morir
descorazonado,
sólo
por volver a ver almendros en flor
en este jardín
de cenizas
y paro
 

(Comentario modificado en respuesta a "Día cuarenta y seis" en los santos no inocentes)




10 comentarios:

  1. Sigo sin encontrar las cafinitrinas! ;)
    Madre del amor hermoso, que pedazo poema te ha quedado!

    Besos infartados.

    ResponderEliminar
  2. A pesar del autocanibalismo este poema me encantó.

    besos sin infarto. Je.

    ResponderEliminar
  3. sentimos parecido, yo una vez escribí sobre comerme mi propio corazón, claro que era un adolescente y no querrás leer esa burrada! xD jaja
    y en cambio tus versos son increibles!!

    entre tanto encierro, pánicos, fobias y ese querer descorazonarse vivo
    siento que prevalecen, sobre el final, las ganas de florecer en los colores de los almendros en flor

    bello poema,
    dueño de una bienvenida y brillante oscuridad
    :)

    besos
    !

    ResponderEliminar
  4. no puedo más contigo. Eres un carnicero emocional y un antropófago invertido. Tu alma es como ese teleñeco poseído de la foto de tu perfil. Hereje, voy a preparar ahora mismo un altar, las invocaciones y los aparejos para practicarte un exorcismo.

    Intenso poema. Un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Estoy en paro..., y quedo contemplando el horizonte..., (in)quieta ante la empatía que despierta toda la agonía hilvanada a este enorme poema, Mothman. Descifrando un ápice de lo que dice el humo, se sabe claramente que, la primavera pronto caducará...
    En tumulto nos arremolinares en cuevas lúgubres...
    Un abrazos hasta la madriguera.

    ResponderEliminar
  6. Algunos días no debería leerte porque parece que en lugar de leer lo que me hago es una radiografía y no me gusta lo que veo. Pero no puedo evitarlo, yo también soy masoca como tú me dijiste una vez, en fin...que me ha gustado la definición de jojoaquin, carnicero emocional.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  7. Me gusta ese desquiciado bucle, me gusta por el grave peligro de indigestión que ahoga el ambiente.

    Bravo Mothman.

    ResponderEliminar
  8. Es un muy buen poema...y lo sabes.
    Un beso en los pies.

    ResponderEliminar
  9. Extremismos viscerales. Difíciles de asimilar.
    Pulgares arriba!

    ResponderEliminar
  10. somos lo que comemos, dicen. bravo poema.

    ResponderEliminar